La Convención Demócrata en Chicago arranca este lunes. Cuatro días para coronar a Kamala Harris como la candidata del Partido Demócrata, mientras que su rival republicano, Donald Trump arremete contra ella mediante descalificaciones, incluso, por su físico. El magnate es consciente del aumento de popularidad en las encuestas de la todavía vicepresidenta de Estados Unidos.
De esta manera, Trump no cambia su discurso. "¿La has oído reír? Es la risa de una loca", es alguna de las declaraciones que el republicano no ha dudado en dedicar a su rival demócrata. Insultar a Kamala Harris se ha convertido en parte de su estrategia política. Hasta se cree físicamente superior: "Soy más guapo que ella", aseguraba hace unos días un mitin.
Para el magnate, Harris es una contrincante más débil que el actual presidente estadounidense, Joe Biden, pero atención a sus motivos. A ojos Trump, Kamala Harris "es una lunática de izquierda verdaderamente radical". Justo cuando la demócrata ha dado la vuelta a las encuestas, que la sitúan tres puntos por delante.
Un giro de estrategia que el catedrático de estudios norteamericanos en la Universidad de Alcalá y director del Instituto Franklin, José Antonio Gurpegui, ha explicado en la 'Cadena Ser': "Cuando estaba Biden, el debate giraba entorno a si estaba capacitado para dirigir la nación. El planteamiento de ahora es totalmente distinto: se trata de confrontar dos modelos políticos distintos con temas fundamentales como la inmigración y los derechos sociales, como el aborto", ha apuntado.
No obstante, algunos analistas coinciden en que estos ataques personales del republicano sobre la demócrata pueden dañar al expresidente ante los votantes moderados. Un electorado en el que está centrando todos sus esfuerzos la actual vicepresidenta. Los demócratas esperan aprovechar el entusiasmo generado por Kamala Harris también durante la convención de Chicago de esta semana.
Será en este encuentro en el que tanto ella como su compañerode fórmula, Tim Walz, van a refrendar sus candidaturas. Se espera que grandes líderes demócratas como Bill Clinton o Brack Obama los acompañen. A las puertas, sin embargo, se han convocado manifestaciones en señal de protesta para exigir el alto el fuego en Gaza.