Las protestas contra el discurso proarmas y anti-inmigrantes de Donald Trump han acompañado al presidente estadounidense en su visita a Dayton, Ohio, donde el pasado 4 de agosto un joven mató a tiros a nueve personas.
Los manifestantes, que exigen un control más estricto para la venta y tenencia de armas, han recibido al mandatario con el 'baby Trump' (el globo gigante que representa al presidente en pañales) y pancartas con lemas como "Hagan algo" y "Deja de ser un bebé, hazle frente a la NRA [siglas en inglés de la Asociación Nacional del Rifle]".
Por su parte, la alcaldesa de Dayton, Nan Whaley, indicó a los periodistas que trasladaron al gobernante "la importancia" de actuar respecto al control de armas y que le manifestó a Trump que los habitantes de la ciudad "están esperando una acción desde Washington" en ese sentido.
Donald y Melania Trump visitaron a los heridos en el tiroteo, para a continuación poner rumbo a la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, donde un supremacista blanco asesinó a otras 22 personas, apenas unas horas antes del tiroteo en Ohio.
Antes de trasladarse a Dayton, Trump había propuesto, en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, fortalecer la verificación de antecedentes penales para quienes compran armas y aseguró que en el Congreso hay un "fuerte apetito" político para aprobar una ley en ese sentido.