Las autoridades militares ucranianas denunciaron a primera hora del martes la voladura, por parte de las fuerzas rusas, de la presa de Nova Kajovka, situada en el río Dnipró a su paso por la provincia de Jersón del sur de Ucrania, lo que ha obligado a iniciar la evacuación de urgencia de los habitantes de la zona afectada. El supuesto ataque está provocando una inundación masiva que amenaza al menos a 80 localidades y podría afectar al abastecimiento energético de la planta nuclear de Zaporiyia. "El Ejército ruso ha llevado a cabo otro ataque terrorista. Han volado la Central Hidroeléctrica de Nova Kajovka", ha denunciado el jefe de la Administración Militar de la provincia de Jersón, Oleksandr Prokudin, en un vídeo dirigido a la población de la zona.
"Jersón ya está inundado. Unas 16.000 personas se ven afectadas. Están siendo evacuadas. Es probable que la situación sea peor en la margen izquierda ocupada por Rusia", ha informado Tymofiy Mylovanov, presidente del Colegio de Economistas de Kiyv y miembro de la Administración Zelenski, a través de un mensaje en Twitter al que ha adjuntado un vídeo que muestra la terrible situación que ya está produciéndose en la mencionada zona. Se espera que el nivel del agua suba 12 metros en la localidad más cercana a la presa, pudiendo llegar a cubrir edificios de cuatro pisos.
Por ello, el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, ha informado de la convocatoria, por parte del presidente, de un Consejo Nacional de Seguridad urgente. Yermak ha calificado la voladura de la presa de "crimen de guerra" y "ecocidio", y ha publicado un vídeo que muestra supuestamente cómo el agua empieza a desbordarse de la presa dañada. "Los rusos serán responsables de la falta de agua potable para la gente del sur de la región de Jersón y de Crimea, por la posible destrucción de algunas localidades y de la biosfera", ha añadido Yermak.
El propio líder ucraniano ha culpado a los "terroristas rusos". "La destrucción de la represa de la central hidroeléctrica de Kakhovka solo confirma para el mundo entero que deben ser expulsados de todos los rincones de la tierra ucraniana", ha añadido Zelenski. La represa, de 30 metros (yardas) de altura y 3,2 km (2 millas) de largo, que retiene agua equivalente a la del Gran Lago Salado en el estado estadounidense de Utah, fue construida en 1956 en el río Dnipro como parte de la central hidroeléctrica Kakhovka. También abastece de agua a la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, y a la central nuclear de Zaporizhzhia, también bajo control ruso.
Durante todo el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la presa de Kakhovka ha sido uno de los objetivos principales. Durante la toma de Jersón por parte de Rusia, el Ejército de Moscú amenazó con minar la presa. Además, su situación estratégica y la importancia para la central de Zaporiyia ha provocado que se ponga el foco en ella desde marzo de 2022. De hecho, las autoridades ucranianas consideran que Rusia ha actuado así para "crear obstáculos insalvables en el avance de las Fuerzas Armadas ucranianas", según ha afirmado el asesor de la oficina presidencial ucraniana Mijailo.
Podolyak ha precisado: "El propósito es obvio: crear obstáculos insalvables en el avance ucraniano; tomar la iniciativa informativa; ralentizar un final justo de la guerra". Precisamente, la destrucción de la presa se produce cuando tanto Ucrania como Rusia han informado en sus últimos partes militares de acciones del ejército ucraniano que parecen apuntar al comienzo de su esperada contraofensiva para recuperar territorios ocupados por los rusos. En octubre del año pasado, en plena contraofensiva ucraniana para retomar el control de Jersón, Zelenski pidió a la comunidad internacional que presionara a Rusia para evitar que pudiera hacer algo así. Zelenski advirtió entonces de consecuencias catastróficas para toda la zona si eso ocurría.
Todavía no se ha confirmado la autoría
Horas después de estos hechos, Rusia y Ucrania aún siguen acusándose mutuamente de haber sido los causantes de la destrucción de la presa, aunque lo cierto es que todavía no se ha podido confirmar oficialmente la autoría de este ataque. En Al Rojo Vivo, el experto y fundador de 'The Political Room', Yago Rodríguez, ha analizado lo ocurrido: "Lo más normal es que hayan sido los rusos". Asimismo, ha apuntado que la destrucción de una infraestructura de estas características no es ni mucho menos fácil: "Exige saber dónde tienes que colocar las toneladas de explosivos. Los ucranianos tendrían que haber hecho una operación especial rarísima sin que los rusos le viesen".
Profundizando sobre la cuestión, Rodríguez ha detallado también en Al Rojo Vivo que existen varias razones por las que a Rusia le interesaría realizar este ataque tras anunciar que la contraofensiva ucraniana ya había comenzado. "Pueden estar temiendo que haya un tipo de asalto fluvial. De esta forma, te curas en salud y sabes que durante bastante tiempo nadie va a poder atacarte por ahí", ha destacado. En cualquier caso, tales hechos han provocado que se entre en una "situación crítica", según ha considerado el codirector de 'El Orden Mundial' y experto en la guerra Ucraniana, Eduardo Saldaña, que ha precisado: "Esto eleva la situación de la guerra a otro nivel porque expone a mucha población civil de la zona de Jersón, que ya estaba ocupada".