Las autoridades ucranianas han asegurado que el Grupo Wagner ha comenzado a reclutar en las cárceles rusas a prisioneros que padecen de enfermedades infecciosas graves, como VIH y hepatitis C. El Servicio de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania sostiene que se trata de una práctica habitual por parte de esta conocida empresa privada de seguridad, presente en varios conflictos globales, sobre todo en África.

De acuerdo con esta información, el Grupo Wagner obliga a estas personas a usar brazaletes de colores para diferenciar a los combatientes que sufren alguna de estas enfermedades de quienes no, cuenta la agencia Ukrinform.

Al menos cien presos con alguna de estas enfermedades han sido reclutados de una colonia correccional situada en el pueblo de Metalostroy, en San Petersburgo. Ucrania ha asegurado que ya se han confirmado casos de combatientes enemigos apresados con hepatitis C o VIH. "Entre los combatientes que se ven obligados a servir junto a los infectados, crece la indignación por esta situación. Se sabe que los médicos rusos se niegan sistemáticamente a brindar asistencia a los heridos con hepatitis o VIH", han asegurado las autoridades de Inteligencia ucranianas.

Hace unos días las mismas autoridades ucranianas afirmaron que al menos 8.000 combatientes de esta empresa de mercenarios han estado participando en la guerra de Ucrania desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció hace ocho meses el inicio de lo que ha defendido como una "operación oficial". Según Kiev, desde mediados del verano, Rusia ha enviado a unos 15.130 de sus presos a la guerra con Ucrania, una maniobra que también ha adoptado Ucrania a cambio de conmutar las penas de quienes se presten a combatir.