No era el primero y aún no se sabe si será el definitivo, pero los resistentes de Mariúpol rechazaron el ultimátum que ayer les dio Rusia para ceder y entregar el control de la ciudad a las tropas de Moscú.
Tras expirar el ultimátum, el Ejército ucraniano ha denunciado nuevos bombardeos sobre Mariúpol. Los ataques aéreos se han concentrado en el puerto y en los altos hornos de Azovstal.
Después de casi dos meses de guerra y de barrer completamente la ciudad portuaria, la acería Azovstal se ha convertido en el reducto de los 'últimos de Mariúpol', una trinchera en el foco de las autoridades rusas donde habitan miles de civiles. Sin embargo, la complejidad de las instalaciones, prácticamente un laberinto, han dificultado la toma por parte de Moscú.
"Civiles, entre ellos mujeres y niños, se refugian en las instalaciones de la planta de Azovstal", ha asegurado este lunes el jefe de la policía de Mariúpol, Mykhailo Vershynin, en declaraciones realizadas en un programa de la televisión local, según la agencia Ukrinform.
Vershynin hizo estos comentarios mientras dialogaba en el programa con el exministro del Interior ucraniano Arsen Avakov sobre la situación de esa ciudad. Según Avakov, "hay muchas personas en los búnkeres de Azovstal: mujeres, ancianos, niños. Todos ellos (viven) en condiciones terribles, sin medicamentos, ni alimentos, ni agua". Todas estas personas se han estado escondiendo de los continuos bombardeos, que han destruido prácticamente toda la ciudad, en bodegas y grutas de estos antiguos altos hornos.
Según el primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, Mariúpol todavía está bajo control del país defensor y los resistentes "van a luchar hasta el final" para que no caiga en manos rusas.
Mariúpol ha estado en primera línea de batalla desde el inicio de la invasión, ya que su situación permite controlar las salidas al mar de Ucrania y, asimismo, unir por tierra la península de Crimea con el Donbás, limítrofe con Rusia.
Se recrudecen los ataques
Las autoridades ucranianas han condenado los ataques de artillería rusos en ciudades del noreste. Tras ser imposible la toma de la capital y de hacer frente a la resistencia en el norte del país, los militares rusos han puesto su objetivo en el Donbás, al tiempo que lanzan misiles de larga distancia a otras ciudades como la propia Kiev o Leópolis, en el oeste y muy cerca de la frontera con Polonia.
Precisamente esta ciudad ha vuelto a ser bombardeada este lunes. Según ha informado este lunes el alcalde de la ciudad, Andriy Sadovyi, en la red Telegram, cinco misiles han caído en la urbe en las últimas horas. "Cinco ataques con misiles dirigidos en Leópolis. Los servicios de emergencia pertinentes ya partieron hacia el lugar (donde han caído). Estamos tratando de recabar más información", ha dicho el alcalde, que no ha concretado si se han producido víctimas.
Por su parte, el responsable de la región militar de esta ciudad, Maksym Kozytskyi, ha informado en su página de Facebook de que la ciudad recibió el impacto de al menos cuatro misiles. Tampoco ha detallado si se habían producido daños materiales o víctimas, y ha recomendado a la población que se mantenga refugiada en previsión de más ataques.
En Járkov han muerto más de 18 personas y han resultado heridos más de 100 personas por los bombardeos rusos, según ha denunciado el presidente Volodímir Zelenski. "Esto es terror deliberado. Bombas, artillería contra barrios residenciales normales, contra civiles", ha deplorado en un mensaje emitido en la noche de este domingo.
Por otro lado, el ejército ruso habría sacado por la fuerza a unos 150 niños de la asediada ciudad de Mariúpol, incluidos un centenar que estaban heridos y enfermos del hospital, ha denunciado el Grupo de Derechos Humanos de Crimea, según informó este domingo la agencia Ukrinform.
"El ejército ruso sacó por la fuerza a unos 150 niños de Mariúpol [y los transfirió] en dirección a Donetsk ocupado y Taganrog ruso", ha aseverado Olha Skrypnyk, directora del Grupo de Derechos Humanos de Crimea.
Según Petro Andriushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol, la mayoría de los niños fueron sacados de los hospitales sin sus padres. Además, los ocupantes sacaron a 16 niños de un centro de salud. Andriushchenko ha agregado que los niños secuestrados no son huérfanos.
"Los huérfanos junto con el personal del orfanato fueron evacuados de Mariúpol el 24 y 25 de febrero", ha aseverado el funcionario, según cita el Grupo de Derechos Humanos de Crimea.