El Gobierno de Estados Unidos ha acusado este miércoles a Irán de estar detrás de los ataques contra dos petroleros en el golfo de Omán, que ha tildado como "un asalto flagrante contra la libertad de navegación".
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha señalado que el incidente "es un inaceptable recrudecimiento de las tensiones por parte de Irán" y ha pedido unidad a la comunidad internacional ante las acciones de Teherán.
Pompeo ha explicado que el análisis estadounidense para llegar a esta conclusión se fundamenta en el tipo de armas usadas y el nivel de "sofisticación" de la operación. En rueda de prensa, ha incidido en que el incidente ha tenido lugar mientras el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, se reunía con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe. Uno de los barcos siniestrados es de bandera japonesa.
"El gobierno del líder supremo ha insultado a Japón atacando un petrolero japonés, poniendo en peligro las vidas del personal y creando una emergencia marítima", ha criticado Pompeo. Asimismo, ha respondido a las declaraciones de su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, quien ha descrito lo sucedido como "sospechoso". "Sospechoso no empieza a describir lo que supuestamente ha ocurrido esta mañana", ha agregado.
En este sentido, Pompeo ha dicho que "quizá Zarif piensa que esto es divertido, pero nadie más en el mundo lo cree". "Irán está respondiendo porque el régimen quiere que nuestra exitosa campaña de máxima presión sea retirada", ha argumentado.
"Ninguna sanción económica autoriza a Irán a atacar civiles inocentes, alterar los mercados petroleros internacionales y llevar a cabo un chantaje nuclear", ha sostenido el secretario de Estado estadounidense. Pompeo ha incidido además en que ha ordenado al embajador estadounidense ante Naciones Unidas que plantee "los ataques iraníes" durante la reunión que celebrará este mismo jueves el Consejo de Seguridad de la ONU para abordar lo sucedido.