Una patrulla de Houston se topó con un hombre negro que deambulaba con los pantalones bajados entre guasas de los transeúntes. Pero la cosa se puso muy seria enseguida, cuando el hombre empieza a discutir con otros en pleno cruce y un agente decide actuar pidiéndole que se tirara al suelo.
La "mediación" dura menos de 30 segundos, hasta que un disparo hirió de muerte a Danny Ray Thomas, un treintañero con problemas mentales desde que perdió a sus dos hijos a manos de su pareja.
"¡Se supone que debes 'tasearle' primero, no dispararle!", gritaban los testigos al agente. De nada sirvieron los intentos de reanimar a la víctima.
Se investiga ya este polémica y desproporcionada actuación, así como por qué el agente no llevaba activa la 'bodycam' que le habían asignado.
Un caso que llega sólo unos días después de otra muerte a manos de la Policía de otro joven negro también desarmado. En este caso era Stephon Clark, de California, cuyo hermano interrumpió un pleno municipal exigiendo responsabilidades.
Dos casos que reavivan las protestas contra los excesos policiales, que en lo que va de año ya se han cobrado 230 vidas.