Nueva jornada de protestas ante el Parlamento de Beirut, donde los agentes han disparados gases lacrimógenos. Centenares de manifestantes denuncian la corrupción y la gestión del gobierno libanés: "Estamos apuntando hacia un cambio y vemos cómo está llegando. Vamos a seguir luchando, aunque cueste mucho".
Estas imágenes son consecuencia de la brutal explosión en el puerto de Beirut, un incidente que se ha saldado con varios detenidos; entre ellos, el director de aduanas, el presidente del puerto y más de 15 trabajadores. "Preguntaremos a otros países, como ya hemos pedido a Francia, si tienen fotografías aéreas para ver si fue un ataque externo o si fue una negligencia en la instalación", ha destacado el presidente de El Líbano, Michel Aoun.
Así, no se descarta ninguna opción: misil o bomba, o negligencias en las instalaciones. La ciudad ha quedado devastada y muy necesitada. Otros países ya han respondido a su llamada de auxilio. "Le dije al presidente Aoun que hay tres grandes aviones en camino completamente cargados con suministros médicos y enfermeras", ha asegurado Donald Trump, presidente de EEUU.
Beirut necesita ayuda y la ONU ya alerta de las enormes necesidades humanitarias. Llama la atención cómo están los hospitales tras la tragedia. destrozados. Ya son más de 150 muertos y 5.000 heridos, y a pie de calle, en la zona cero, se sigue trabajando a contrarreloj entre los escombros. También en zonas residenciales, donde queda algo de esperanza.