Las caras amables en Bruselas han dado paso al agotamiento y al hastío entre los eurolíderes: tras 20 horas de tensísimos debates, se han suspendido -por segunda vez- las negociaciones sobre los mandos en la UE.
Emmanuel Macron, presidente de Francia lo calificaba como "un fracaso": "Estamos dando muy mala imagen. A veces la fatiga conduce a la crispación".
En un pulso sin precedentes entre familias políticas europeas, los populares, los países del Este e Italia, han roto la baraja al bloquear la propuesta perfilada por Alemania, Francia, España y Holanda. Pedro Sánchez aseguraba tener una sensación de "enorme frustación" porque el "PPE no ha respetado un acuerdo".
En juego está el puesto más codiciado: la Presidencia de la Comisión Europea, que parecía iba a ser para el socialista holandés Timmermans, todo un hito. Para el resto de altos cargos (como la presidencia del Parlamento Europeo, o las jefaturas de la diplomacia comunitaria y del Banco Central), se proponía a políticos conservadores y liberales.
Mas allá de estos nombramientos, Europa se juega -advierte la canciller alemana Angela Merkel- que los resquemores se enquisten y degeneren en "nuevos 'brexits'".
Estando así las cosas, arden los teléfonos de los líderes de los 27. El reparto debería estar cerrado antes del próximo jueves, cuando se elije al presidente del Europarlamento, algo que limitará el margen para hacer equilibrios geopolíticos y de género con el resto de cargos.