Un temblor de magnitud 6,4 en la escala abierta de Richter sacudió este jueves el sur de California y se dejó sentir en zonas del condado de Los Ángeles (EEUU), según las primeras estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Por el momento no se ha informado de heridos graves, aunque sí se han producido daños materiales en algunos edificios, comercios y carreteras, y un hospital ha tenido que ser evacuado al noreste de Los Ángeles.
Asimismo, los bomberos han tenido que atender algunos incendios y escapes de gas como consecuencia del terremoto, que se sintió en un área en la que viven 20 millones de personas.
Tras el primer temblor, se han sucedido casi cien réplicas y las autoridades han decretado el estado de emergencia en el sur de California.
En este sentido, la sismóloga Lucy Jones, del Instituto Tecnológico de California (Caltech), indicó que existe "una posibilidad de uno entre 20 de que esta localización sufra un terremoto incluso mayor".
El epicentro del temblor, que se registró a las 10:33 horas locales (17:33 GMT) a una profundidad de 8,7 kilómetros, se situó en los alrededores de Ridgecrest, una localidad situada unos 250 kilómetros al norte de Los Ángeles.
Los bomberos del condado de San Bernardino, en cuyo territorio se registró el epicentro, señalaron en su cuenta oficial de Twitter que no se han registrado heridos, aunque detallaron que algunos edificios y carreteras sufrieron "daños de diverso grado".
Además, los bomberos del condado de Kern, donde se encuentra Ridgecrest, que hace frontera con el condado de San Bernardino, aseguraron que estaban trabajando en "unas dos docenas de incidentes" que van de asistencia médica a incendios en esta ciudad y sus alrededores.
Este seísmo de 6,4 grados es uno de los más fuertes registrados en California en las últimas décadas y el más importante desde el terremoto de 6 grados en el condado de Napaen 2014.
El más trágico de la historia reciente en California fue del de 1994 en Northridge, un temblor de 6,7 grados en la zona metropolitana de Los Ángeles que dejó 57 muertos, miles de heridos y numerosos daños materiales.
Por su parte, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, aseguró no tener constancia de daños materiales o personales de consideración.
"Hasta este momento, no hemos recibido ningún informe de daños o llamadas pidiendo ayuda en la ciudad de Los Ángeles con relación al terremoto", señaló, por su parte, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en inglés) en su cuenta oficial de Twitter.
El sismo coincidió con una jornada festiva en Estados Unidos por la celebración el 4 de julio del Día de la Independencia. California se encuentra en una zona de alta actividad sísmica atravesada, entre otras, por la falla de San Andrés.