Una tremenda la tormenta de granizo ha sacudido en las últimas el noreste de Italia, en la región de Véneto. Además, vientos huracanados, aguaceros y granizadas han azotado Verona, Vicenza, Padua y otras ciudades.
El agua ha llegado a alcanzar el metro y medio sobre el suelo y el viento ha echado abajo hasta 500 árboles.
En el centro de la ciudad de Verona, el tifón ha provocado granizo del tamaño de grandes pelotas y el agua ha llegado a cubrir el cuerpo al completo de los ciudadanos que se atrevían a salir de los lugares a cubierto.
El aguacero ha dejado coches flotando, carreteras convertidas en ríos con coches sumergidos, y volcados en un manto blanco.
El aire ha azotado con fuerza a los árboles, y el vendaval ha provocado la caída de 500 de ellos. También han quedado los bosques en los que han tenido que trabajar los bomberos en un total de 200 operaciones de rescate.
Aunque el paso de la fuerte tormenta a generado importantes daños materiales, afortunadamente no hay que lamentar víctimas.