La masacre de palestinos en la frontera de Gaza ha conmocionado al mundo entero, que ha asistido perplejo a una serie de ataques de injustificada dureza contra un pueblo que se ha echado a la calle para manifestarse contra el traslado de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén y con motivo de la Marcha del Retorno.
A todo el mundo menos al gobierno de Israel, cuya percepción de la situación deja helados a quienes asisten con horror a tan cruenta tragedia. Primero fue el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que afirmó que la muerte a tiros de los más de 60 palestinos fallecidos por parte de las Fuerzas Israelíes se debían a que, a su parecer, "los métodos no letales no funcionan para Gaza".
Si estas declaraciones no habían generado una gigantesca ola de indignación en todo el planeta sí lo han hecho las palabras de la portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Michal Maayan. Cuando el periodista de la cadena irlandesa 'RTE News' le preguntó por qué el ejército del país estaba disparando a matar contra los manifestantes, recibió la siguiente respuesta.
"Bueno, no podemos meter a toda esa gente en la cárcel". Quizá consciente de lo que acababa de decir, Maayan matizó un poco más sus palabras en la fría explicación que le dio al reportero: "Estamos hablando de cientos de personas que están atacando el vallado, y le puedo asegurar que nuestro ejército no dispara a matar, disparan para disuadirles".