La Unión Europea y Reino Unido se dan más tiempo para alcanzar un acuerdo, con el compromiso de ambas partes a seguir negociando hasta el último momento. Tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como el primer ministro británico, Boris Johnson, han pedido un "esfuerzo adicional" a los negociadores de ambos lados para que continúen en Bruselas las reuniones que salven un acuerdo de último momento.
Se trata de evitar principalmente que el próximo 1 de enero el Brexit dé paso a una relación sin más reglas comerciales que los estándares de la Organización Mundial del Comercio (OMC). "A pesar del agotamiento tras casi un año de negociaciones, a pesar de que los plazos se han incumplido una y otra vez, creemos que es responsable intentar un esfuerzo adicional", ha dicho Von der Leyen en una declaración sin preguntas desde la sede de la Comisión Europea.
Las posiciones entre Londres y Bruselas siguen distanciadas en tres cuestiones: las reglas para una competencia justa, fijar el acceso de la flota europea a los caladeros británicos y la gobernanza del propio acuerdo.
Prosiguen los contactos en Bruselas
La declaración ha sido pactada por ambas partes y y sus negociadores continuaran los contactos para ver si es posible un acuerdo "incluso en este último momento". Las negociaciones siguen en Bruselas, según ha precisado Von der Leyen.
Este es al menos el tercer contacto directo en una semana entre Von der Leyen y Johnson para tratar de desbloquear unas negociaciones profundamente estancadas y que se el pasado febrero.
Tras la última reunión celebrada el pasado miércoles, en la que ambos se vieron las caras en Bruselas, se pusieron como limite este domingo. En esta fecha, los negociadores, el europeo Michel Barnier y el británico David Frost, realizarían informes detallados sobre los avances y dificultades para el pacto. De esta manera, se procedería a decidir si continuar o romper las negociaciones.
Sin acuerdo, y en el último momento, Von der Leyen y Johnson han optado por aplazar la decisión para dar más tiempo a los equipos negociadores.
La Unión Europea defiende que ha llegado todo lo lejos que puede para no romper sus líneas rojas y reclama a Londres concesiones, mientras que el Gobierno británico afea a los europeos falta de flexibilidad y les acusa de no querer moverse de sus posiciones en materia de competencia y pesca.
El tiempo apremia
Ante esta situación, cada vez parece más difícil que se pueda tener listo un pacto que entre en vigor ante de la ruptura definitiva, el próximo 31 de diciembre.
Si se llegase a un acuerdo, en Europa el texto debería ser traducido a todas las lenguas oficiales de la UE y sometido al voto del Parlamento europeo para su ratificación, un proceso que podría llevar semanas.
Pero los esfuerzos por dar luz verde a un pacto no cesan y el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, ya ha avanzado que Europa está dispuesta a reunirse en Navidad si llega a ser necesario para que salga adelante el acuerdo
Entretanto, y tras la insistencia de varios Estados miembro, entre ellos España, la Comisión Europea ha presentado esta misma semana planes de contingencia para minimizar los daños de los primeros meses de un posible Brexit sin acuerdo de futuro, que la Eurocámara deberá votar en el pleno de esta próxima semana si fracasan los contactos.