Infancias destrozadas
Uno de cada cinco niños y niñas en Ucrania ha perdido un familiar o un amigo en la guerra
Infancias arrebatadas A las niñas y niños asesinados en los ataques hay que sumar los que han quedado huérfanos y los que sufren graves problemas de salud mental. Su sueño es poder disfrutar de lo más sencillo, como cualquier niño. Su realidad, intentar sobrevivir a las bombas.

Son tres años de guerra, 36 meses de crueles matanzas que ha acabado con miles de vidas y arrebatado la infancia a los más pequeños. A las niñas y niños asesinados en los ataques hay que sumar los que han quedado huérfanos y los que sufren graves problemas de salud mental. Su sueño es poder disfrutar de lo más sencillo, como cualquier niño. Su realidad, intentar sobrevivir a las bombas.
Un simple atardecer en la montaña o disfrutar de un paseo en el parque al aire libre con sus padres, es el deseo dibujado con el que sueñan Bohdana o Solomiia de tan solo ocho años.
Un día más, y ya van tres años, las amenazas de las bombas rusas les ha obligado a bajar al refugio de su escuela en Kyiv.
"Yo le digo a mi hermana: "Masha, están volando misiles, están cayendo bombas". La tapo con mantas y almohadas y nos acostamos así… acurrucadas. Y ella me dice: "Tengo miedo"", cuenta uno de los alumnos de primaria.
"Cuando estoy sola en casa y oigo la sirena antiaérea, me da miedo. Por eso suelo cerrar la puerta de mi habitación y meterme en la cama con mis juguetes", confiesa Solomiia Karanda, de ocho años.
Porque aunque la lección al escuchar las alarmas antiaereas la tienen aprendida, son niños sometidos a la ansiedad diaria de la guerra, un estrés que pone en peligro la salud mental de más de un millón de menores en Ucrania.
Según datos de UNICEF, uno de cada cinco niños y niñas en Ucrania ha perdido un familiar o un amigo en la guerra. Una infancia arrebatada por una guerra con vergonzosas cifras, como la de los miles de bebés robados por Moscú. Un traslado forzoso de niños ucranianos a Rusia que le ha valido una orden de arresto internacional a Vladimir Putin.