"No hay duda, son violaciones". Esta ha sido la contundente respuesta este miércoles de uno de los expertos que ha analizado los videos de las violaciones a Gisèle Pelicot. Violaciones de 51 hombres que se produjeron durante 10 años, hombres a los que ofrecía su marido Dominique Pelicot.
En esas imágenes durísimas, dice el experto, se ve a una mujer que, sin ninguna duda, está inconsciente. Sostiene además que se escucha perfectamente a algunos de los acusados susurrando para no despertarla. Aunque algunos de esos violadores insisten en que no estaba drogada ni dormida, lo que hace que uno se pregunte por qué susurraban entonces.
Vincent Coullet, uno de los acusados que ha declarado este miércoles durante el juicio, niega los hechos pero cuenta que Gisèle nunca se despertó, que no reaccionó en ningún momento y que nunca dio su consentimiento. Y para él, eso no es violar.
Aunque Coullet ha reconocido que le pareció todo muy raro, decidió volver otro día más a hacer lo mismo: violarla. Sus explicaciones, sus excusas y las faltas de respeto a la víctima durante su relato, llegando a hablar de ella como si fuera una mercancía, un objeto para usar, han llevado a Gisèle a marcharse de la sala, visiblemente enfadada. Incluso se ha podio escuchar como decía: "no soporto seguir escuchando esto". Minutos después Gisele ha vuelto a sala demostrando una vez más su admirable valentía.