Alabanzas a Roma, al idioma...

Vance se alinea con Trump en los halagos a Meloni que reafirman la buena relación entre Italia y EEUU

El contexto
El vicepresidente de Estados Unidos, en su viaje a Roma de vacaciones, se ha reunido con la presidenta italiana, a la que ha alabado junto a la cultura del país.

JD Vance, vicepresidente de EEUU, y Giorgia Meloni, primera ministra de Italia
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Donald Trump y JD Vance tienen muchas cosas en común, como es obvio, pero la última que han descubierto es su fascinación por Giorgia Meloni e Italia. Si este jueves era el presidente estadounidense el que se deshacía en elogios, este viernes ha sido su segundo el que ha dedicado buenas palabras a la presidenta italiana, a Roma y hasta al idioma.

JD Vance ha llegado este viernes a Roma para pasar unas vacaciones de ensueño. "Estamos deseando pasar la Pascua aquí", aseguraba a su llegada. Eso sí, antes del ocio ha realizado un paseíto ameno por el Palacio Chigi con Meloni antes de la reunión entre ambos en las que han hablado de la paz en Ucrania o de la guerra arancelaria.

La sintonía entre la Administración Trump y Meloni es tal que hasta se permiten las alabanzas y las bromas. Si ayer Trump bromeaba con lo bonito que le suena el italiano, Vance ha hecho lo mismo: "Podría haberme llamado idiota y no lo sabría, pero sería en el idioma más bonito que se pueda imaginar. Ni siquiera me sentiría ofendido".

Halagos y más halagos también hacia la capital italiana porque Vance está como en casa, concretamente en casa de la que ya llama amiga: "Aprecio nuestra amistad, entre nuestros países, pero también la nuestra personal". Amigos o conocidos que han coincidido en una Roma que al vicepresidente le venía bien visitar justo en Semana Santa dada su alta creencia religiosa: "Es un sitio construido por gente que amaba a los humanos y a Dios".

Porque él, como hombre que recientemente ha abrazado la fe cristiana, ama a Dios sobre todas las cosas. Por eso, su segunda parada en estas vacaciones en familia ha sido la basílica de San Pedro para asistir a la misa de la pasión de Cristo en la que no ha podido estar presente el papa.