La autoría del atentado es confusa. El grupo yihadista Dáesh lo reivindicó en su agencia de propaganda Amaq, pero los Guardianes de la Revolución de Irán acusaron del mismo al movimiento separatista árabe Alahvazié.
Cuatro extremistas, vestidos con uniformes militares, abrieron fuego con fusiles Kaláshnikov desde detrás de la tribuna de las autoridades contra las unidades del Ejército y de los Guardianes que desfilaban y contra los asistentes, provocando el caos.
Entre las 29 víctimas mortales figuran militares y civiles, incluidos mujeres y niños, mientras que todos los responsables gubernamentales presentes salieron ilesos, según informó el vicegobernador de la provincia de Juzestán, cuya capital es Ahvaz, Ali Hosein Hoseinzadeh.
Las fuentes no descartaron que aumente la cifra de muertos debido a que algunos de los heridos hospitalizados están en estado grave.
El portavoz de las Fuerzas Armadas, Abolfazl Shekarchí, explicó que los terroristas escondieron previamente las armas cerca del lugar en el que se celebró el desfile militar.
De los cuatro terroristas, tres murieron en el acto abatidos por las fuerzas de seguridad y el cuarto falleció en el hospital al que fue trasladado debido a las heridas sufridas, precisó el portavoz.