Venezuela celebra este domingo las elecciones más decisivas de los últimos 25 años. Nunca el chavismo ha estado tan cerca de perder el poder, por lo que este día los venezolanos lo viven entre los nervios y la esperanza. El presidente de Venezuela y candidato a la reelección, Nicolás Maduro, lleva 11 años de mandato y aspira a prolongar seis años más el legado chavista.

Por eso, los ciudadanos elegirán entre la continuidad del chavismo tras 25 años o un voto para dar un giro político, que esta vez sí ven posible. Maduro ya ha asegurado que respetará la elección del pueblo: "Venezuela tiene leyes y todos estamos obligados a cumplirlas".

En la oposición, por la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), está Edmundo González, quien aspira a conseguir el cambio y todo apunta a que podría conseguirlo. Así que, amontonados en la puerta de los colegios electorales, acuden en masa a votar porque para los venezolanos son unas elecciones cruciales. Tanto que la tensión entre los votantes ha dejado imágenes de enfrentamiento, algo habitual tras una campaña muy polarizada.

La emoción es tan intensa que incluso durante la noche se han formado largas filas de gente esperando para votar. "Que gane el mejor, ya está. Nada más, no hay ninguna expectativa, la expectativa es que hay que ir a votar", cuenta una venezolana. El sentimiento es que pase lo que pase en el futuro, ellos han votado.

Y es que más de 21 millones de venezolanos están llamados a las urnas y la población se ha pasado la noche en vilo. Y es que simpatizantes de Maduro cantan y bailan para llamar al voto antes del amanecer: "Abuelo, abuela, joven, campesino, pescador, vayan a votar. Salgan en nombre de su país".

Mientras, por delante, tienen una larga jornada electoral que decidirá quién será el próximo inquilino del Palacio de Miraflores.