El modelo migratorio planteado por la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, sedujo a muchos países miembros de la Unión Europea y a la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. El plan, sin embargo, ha sufrido un varapalo judicial ya que la Justicia lo ha tumbado y ha pedido devolver a los migrantes que deportó a Albania: pero esto no es un revés a Meloni, sino la constatación de la violación de derechos humanos que supone su modelo migratorio.
laSexta Noticias ha hablado con varios expertos en derechos humanos y todos coinciden en que es grave que este modelo migratorio se llegue a implantar, así como de la normalización de los centros de la 'vergüenza' donde Meloni quiere retener a los migrantes. Juan Matías Gil, responsable de operaciones de búsqueda y rescate de Médicos Sin Fronteras, habla de una "violación" de los derechos por "la detención arbitraria y prolongada".
"El derecho a la vida, la integridad física, el derecho a la familia, la reunificación familiar que no está garantizada tal y como está hecho el protocolo, el derecho a la libertad y, por consecuencia, la violación en una detención arbitraria y prolongada", destaca Gil. Mientras, los 12 solicitantes de asilo tienen dos semanas para recurrir el rechazo de sus solicitudes de asilo que Italia se ha encargado de emitir en tiempo récord.
En la misma línea, se ha expresado Karlos Castilla Juárez, profesor de Derechos Humanos de la Universidad Pompeu Fabra, quien señala que "no conocemos las condiciones en las que se traslada a estas personas". "Es decir, condiciones del barco, cuántas horas, cuánto tiempo, si se les dan alimentos, cómo se da ese traslado", detalla Castilla Juárez.
Más costoso y peor que una cárcel
Los jueces italianos, al tumbar el intento de deportar a los 12 solicitantes de asilo a Albania, entienden, siguiendo las sentencias europeas, que este grupo de personas migrantes provienen de países que no son considerados seguros. Ni siquiera han tenido que pronunciarse sobre los centros construidos en Albania que no solo tienen apariencia sino que son prisiones.
"Aunque se les llamen centros de internamiento o centros de detención, todas las características son carcelarias", añade el profesor, recordando que hay una "desventaja que al denominarlos de otra manera no se aplican ni siquiera los estándares mínimos de prisiones". El Consejo Europeo ha seguido muy de cerca el vergonzoso experimento italiano con los solicitantes de asilo.
Gil explica que "una operación para llegar a llevar a 12 o 16 personas cuesta alrededor de 300.000 euros, donde el costo aproximado diario de las personas que estén en Albania está en torno a 400-500 euros, cuando en Italia serían 35". "Obviamente es un despropósito que no tiene otra explicación que fines propagandísticos", añade el responsable de operaciones de búsqueda y rescate de Médicos Sin Fronteras.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, casi cruzaba los dedos para que todo saliera a su favor, porque es el modelo que quiere instalar en Europa. "Lo que está mostrando es realmente el intentar poner a fuera de los ojos de Europa las violaciones de derechos humanos", asegura Castilla Juárez. Mientras, Gil sostiene que "hay que fomentar acuerdos con los países de origen para que las personas lleguen puedan de de modo seguro".