La investigación traza los pasos y el rastro del terrorista Salman Abedi. La Policía alemana confirma que el pasado jueves estuvo en Düsseldorf, Alemania, al menos en el aeropuerto.
Allí no pasó mucho tiempo, ya que de ahí se cree voló a Mánchester, donde el viernes fue grabado por las cámaras de seguridad en un centro comercial a tan solo 5 minutos andando del Manchester Arena, donde habría sacado 250 libras de un cajero.
En las imágenes de las cámaras de seguridad se puede ver cómo ya portaba la mochila que acababa de comprar. Según Sky news, partió de un piso que alquiló en el centro de Mánchester el lunes a las 7 de la tarde con su mochila cargada con explosivos.
Casi irreconocible quedó la batería que usó, de 12 voltios, una más potente que las que suele usar Daesh en las mochilas o chalecos explosivos, según explican los expertos. Se habla de una carga poderosa y de una bomba en la que su metralla estaba cuidadosamente empaquetada.
Junto a él portaba en su mano izquierda un detonador que apretó en este lugar que daba acceso al puente que une el pabellón con la estación de Victoria, tras haber conseguido entrar al área de taquillas. Y en medio de ese cubículo se hizo estallar matando a 22 personas.
La investigación sitúa su torso fuera del radio de las víctimas, siendo ésta una prueba de la gran potencia de la explosión.
Una filtracion más desde Estados Unidos asegura que el explosivo es TATP, peróxido de acetona, conocido como 'la madre de Satán'.
Las redadas continúan en Manchester son ya 8 detenidos en Reino Unido, que se suman a las del padre y su hermano menor en Libia. Y así, mientras se reconstruyen sus pasos, también se estrecha su círculo.