Juicio por pederastia

Una víctima de Le Scouarnec relata el horror que vivió: "No solo me violó, violó mi memoria y empañó mi dignidad"

El horror que provocó Muchas de las víctimas no tienen recuerdos, estaban sedadas o anestesiadas, pero después de las violaciones sí sentían que algo había pasado: tenían sensaciones extrañas en su cuerpo y en su mente, un vuelco hacia el infierno.

Juicio por pederastia

Hay algo que llama la atención en el juicio a Joel Le Scouarnec, el excirujano que violó a más de 300 niños y niñas, pacientes suyos. Muchas de las víctimas no tienen recuerdos, estaban sedadas o anestesiadas, pero después de las violaciones sí sentían que algo había pasado: tenían sensaciones extrañas en su cuerpo y en su mente, un vuelco hacia el infierno.

Lo ha explicado una víctima que ahora tiene 36 años y que fue violada por Le Scouarnec cuando tenía 13. La había operado de una uña encarnada con anestesia general. Dos años después, la ingresaron en un hospital psiquiátrico. Ha contado que se había "dejado morir" y que intentó suicidarse en varias ocasiones. Esto sentía cuando tenía 13 años: "tengo la profunda convicción de haber sufrido abuso sexual pero ningún recuerdo. Sé que hay algo enterrado dentro de mí que no sé qué es".

Diez años después, cuando la policía le mostró los diarios de Le Scouarnec donde el pederasta lo escribió todo, no se sorprendió. Pero sí podía decir ya, y así lo ha repetido ante el tribunal: "No estoy loca". Ha cerrado su intervención con una sentencia: "Ojalá me devolviera mi libertad. No sólo me violó, también destrozó mi juventud, violó mi memoria y empañó mi dignidad".

Otra víctima a la que Joel Le Scouarnec violó en varias ocasiones cuando tenía 11 años recuerda que él iba a verla todos los días después de haberla operado. Y recuerda también esa joven con claridad una de sus violaciones: "las crisis de ansiedad", "sensación de ser atacada" y sobre todo "el olor a gel de ducha de vainilla, el del hospital", que, dice, ya no soporta.

Le Scouarnec ha reconocido que se aprovechó del estado de sumisión de las víctimas, que estaban anestesiadas o sedadas, para "cometer lo peor". Lo ha dicho usando esas palabras. Y a él mismo se ha definido como basura: "Yo era esa escoria", ha dicho. Joel Le Scouarnec es un hombre muy mentiroso, les hemos mostrado las pruebas en más de una ocasión. Esta vez ha dicho la verdad. Lo era y lo será siempre, no solo para las víctimas.