La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca pone en peligro muchos aspectos del ámbito internacional, y la lucha contra el cambio climático es uno de ellos. El magnate estadounidense destaca por su negacionismo científico, y durante su campaña electoral ha dejado buenas pruebas de ello.

"Tenemos más oro líquido que Arabia Saudí, Rusia o cualquier otro país del mundo y vamos a aprovecharlo", dijo Trump en un acto con militantes republicanos, lanzando un mensaje que, además de ser mentira, supone un gran peligro para el medio ambiente.

Durante su primer mandato Trump sacó a Estados Unidos del Acuerdo de París, el tratado que marca los objetivos de sostenibilidad ambiental. Biden se comprometió a reducir las emisiones un 42% en 2030 mediante una inversión gradual en energías limpias, pero ahora, con el regreso de Trump, los planes de Trump son otros.

El riesgo de que una de las grandes potencias mundiales vuelva a romper el consenso es real. "La vuelta de Trump es un paso atrás en la lucha contra el cambio climático", afirma Mar Asunción, responsable de Clima y Energía de WWF España.

El divulgador ambiental Miguel Aguado comparte el mismo diagnóstico: "Negarlo también ayuda a matar. Mata de forma activa cuando lo vemos. En Valencia evidentemente, pero de forma silenciosa, por ejemplo, en África".

El cambio climático cuesta vidas

Pese a las mofas de Trump, el calentamiento global cuesta cada año más vidas. Las catástrofes naturales provocadas por este fenómeno causaron en 2023 la muerte de 74.000 personas.