Vietnam se prepara para una epidemia nacional de COVID-19 tras la aparición de los primeros casos en Hanói y Ho Chi Minh, las dos principales urbes, mientras continúa el goteo de nuevos contagios comunitarios en Danang, foco del último brote.
El primer ministro, Nguyen Xuan Phuc, alertó en una reunión online con su gabinete de que esta nueva oleada es diferente de las dos anteriores vividas en el país -saldadas sin muertes y con apenas 400 contagios-, con una velocidad de contagio mayor y de que todas las provincias y ciudades están en riesgo, pues es probable que el virus lleve semanas circulando por Vietnam.
Con las fronteras cerradas desde el 23 de marzo, salvo para los vietnamitas repatriados y los trabajadores expertos extranjeros, que tienen que someterse a los test y cumplir con las dos semanas de cuarentena, la llegada del virus ha descolocado a los rastreadores, que siguen sin detectar el origen de este nuevo foco.
Una de las hipótesis que barajan es que esta cepa del virus, distinta y más virulenta que las anteriores aparecidas en Vietnam, haya podido penetrar a través de inmigrantes ilegales, pues en las últimas semanas han sido arrestados en la zona medio centenar de chinos que habían cruzado la frontera de forma clandestina.
Según los expertos, resultará muy difícil localizar al paciente cero, pues lo más probable es que el virus llevara semanas circulando por Danang y se haya ido expandiendo por el territorio nacional.
Vietnam, con 450 casos de coronavirus y ningún muerto, ha sido puesto como ejemplo por organismos internacionales por su rápida respuesta desde el mes de enero, cuando tomó las primeras medidas de contención, como la cancelación de conexiones aéreas con China y el cierre de las escuelas.