Política exterior desde la Casa Balnca
Vladimir Putin, Kim Jong-un y Nayib Bukele amplían el círculo de amistades peligrosas de Donald Trump
Los detalles Mientras que con el presidente ruso, Trump busca paralizar la guerra en Ucrania y con el salvadoreño abordar el tema migratorio que relacionan con la criminalidad, con el norcoreano se plantea un 'reacercamiento'.
Vladimir Putin, Kim Jong-un y Nayib Bukele, tienen algo más en común más allá de ser los dirigentes de sus respectivos países. Los tres se acaban de convertir en las nuevas amistades peligrosas del reelecto como presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump. Mientras que con el presidente ruso, Trump busca paralizar la guerra en Ucrania y con el salvadoreño abordar el tema migratorio que relacionan con la criminalidad, con el norcoreano se plantea un acercamiento después de que en su primer mandato fracasara la desnuclearización del hermético país.
Precisamente, poner fin a la invasión rusa en territorio ucraniano fue uno de los temas más recurridos por el magnate durante su campaña electoral. Ahora, pocos días después de su espectacular toma de posesión Trump ha asegurado estar dispuesto a reunirse con su homólogo ruso "de inmediato" y así negociar un acuerdo de paz en Ucrania. "Por lo que escucho, Putin quiere verme. Me reuniré tan pronto como pueda. Quiero decir, de inmediato. Cada día que no nos reunimos, los soldados están muriendo", sostuvo ante un grupo de periodistas en el Despacho Oval.
Unas declaraciones del republicano que llegan después de que él mismo amenazará al Kremlin con la imposición de más sanciones y aranceles en el caso de que se niegue a alcanzar la paz en lo que califica como "una guerra ridícula". En esa línea, Trump destacó que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también "está listo para negociar un acuerdo", puesto que "le gustaría parar" al haber "perdido muchos soldados, al igual que Rusia". Si bien no duda en apuntar a los productores de petróleo como "muy responsables, hasta cierto punto" del conflicto
A pesar de que la relación entre Zelenski y Trump era de acercamiento ya durante la carrera a la Casa Blanca, parece que algo ha cambiado. En una entrevista en la cadena Fox News, Trump consideró que el mandatario ucraniano fue un "insensato" ya que "no debería haber permitido esta guerra", porque "está luchando contra una entidad mucho más grande, mucho más poderosa". Si a ello se suma la disposición inmediata del estadounidense para reunirse con el ruso, en Ucrania el temor aumenta ante la creencia de que la primera parada de Trump sea Moscú y no Kyiv.
En la misma entrevista, que realizó el presentador Sean Hannity desde la misma Casa Blanca, Trump continuó adelantando otros puntos de lo que será su política exterior, y más en concreto, sus peligrosas amistades al asegurar que el presidente norcoreano, Kim Jong-un, "no es un fanático religioso", sino que "resulta que es un tipo inteligente".
Entonces, indicó que en algún momento se va a poner en contacto con él, con el cual ya se encontró hasta en tres ocasiones durante su primer mandato presidencial para negociar la desnuclearización del país. Unos encuentros que no dieron frutos, mientras que por el momento todavía se desconoce cuál será la estrategia del norteamericano para sí lograrlo en esta ocasión.
Otra de las cuestiones por las que Trump ha mostrado siempre mucha preocupación es la migración, que relaciona -de forma errónea- con la inseguridad. Un asunto que le ha llevado a forjar otra peligrosa relación, en este caso con el presidente del El Salvador, Nayib Bukele, conocido internacionalmente por su lucha contra las maras mediante la construcción de cárceles de alta seguridad. Precisamente, Bukele, fue uno de los invitados a la investidura de Trump, aunque finalmente no acudió.
Una ausencia que no evitó que el presidente norteamericano mantuviera este jueves una conversación telefónica con el mandatario latinoamericano en la que "elogió su liderazgo en la región y el ejemplo que da a otras naciones del hemisferio occidental", indicó la Casa Blanca en un comunicado. Si bien no es solo su discurso populista de mano dura contra la delincuencia lo que les une, sino que también su afición por las criptomonedas.
A pesar de las aficiones coincidentes y que en la última etapa de la Administración Biden las relaciones entre El Salvador y EEUU se habían relajado, es necesario recordar que durante el mandato del demócrata se calificó de inconstitucional la vía abierta por una sala de la Corte Suprema de Justicia para avalar la reelección de Bukele.