Bajo los estruendos de los bombardeos y a contrarreloj, un grupo de voluntarios rescata a los pocos habitantes que quedan en la ciudad de Bajmut, en el Donbás, una ciudad en la que antes vivían más de 70.000 habitantes, y que ahora está devastada. "Los ocupantes han destruido prácticamente Bajmut", ha denunciado al respecto Zelenski.
Los ataques rusos dirigidos por los mercenarios del grupo Wagner no cesan, y las condiciones de las tropas ucranianas en las trincheras llenas de barro son insoportables. Los ucranianos calculan que mueren al día entre 50 y 100 soldados rusos, aunque las pérdidas ucranianas también son muy elevadas.
En este sentido, los expertos dudan de que la importancia estratégica de la ciudad justifique una lucha tan encarnizada, pero Putin está obsesionado por conseguir su primera victoria después de seis meses, mientras que Zelenski no quiere una nueva derrota.