La exjefa de seguridad de Oxfam destripa los abrumadores datos de los informes internos que ella misma preparó. Conoció la verdad incómoda. Helen Evans afirma que "uno de cada diez trabajadores sufrió un ataque sexual".
Reclamó la atención de la cúpula ante la gravedad de los hechos pero no la consiguió. Los casos aumentaban: tres denuncias de abusos a menores en las tiendas de Oxfam en suelo británico. Alegaciones de explotación sexual en el extranjero a lo que se sumaba pocas medidas para detenerlo.
"Oxfam no estaba llevando a cabo los controles de antecedentes penales (de sus trabajadores)", añade Evans.
Evans dejó en 2015 dejó la ONG, pero llamó a todas las puertas pidiendo que alguien la escuchara. Incluso tocó las de dos ministerios y no hubo respuesta. Su demoledor testimonio supone un nuevo golpe, que parecen llegar todos juntos porque el presidente de Oxfam Internacional ha sido detenido en Guatemala por un caso de corrupción cuando fue ministro en el país.