Casi el 80% de los electores acudió a una de las 284 mesas electorales abiertas entre las 21.00 GMT del sábado y 07.00 GMT del domingo.
Los unionistas destacaron la amplia victoria y pidieron que sirva para renunciar a los dos referéndums que en los dos próximos años les permiten los acuerdos de Noumea, firmados en 1998 en la capital de Nueva Caledonia.
Un argumento rechazado por los independentistas, que señalaron que ningún sondeo les otorgaba más del 40% de apoyo y que su causa ha avanzado de forma paulatina en las diferentes elecciones locales.
"El pueblo se ha despertado, estamos a dos palmos de la victoria", proclamó el líder independentista Alosio Sako.
Por ello, aseguró que reclamarán un nuevo referéndum dentro de dos años para "confirmar la curva ascendente" del independentismo. Los resultados son similares a los de las últimas elecciones locales, con un avance de los independentistas.
Estos lo achacan a la fuerte movilización, mientras que los unionistas consideran que se debe a que en el censo electoral solo podían votar aquellos que residen en el archipiélago al menos desde 1994, lo que incrementa el porcentaje de electores autóctonos.