Theresa May pretende renegociar la salvaguarda irlandesa del Brexit. Este miércoles va a hablar con Donald Tusk, pero la Unión Europea ha insistido ya, una vez más, en que nada está abierto a la negociación: tampoco esa medida pensada para evitar una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte.
La primera ministra británica, Theresa May, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hablarán por teléfono para abordar la situación tras el voto de la víspera en el Parlamento británico pidiendo una renegociación del acuerdo del Brexit que la UE rechaza de plano.
La conversación tendrá lugar a las 18.45 y ha sido acordada a petición de la 'premier', según han indicado fuentes europeas, que recuerdan que el mensaje que le trasladará Tusk es el mismo que trascendió el martes tras el voto, respecto a que las condiciones pactadas para el divorcio "no están abiertas a negociación".
La Cámara de los Comunes ha aprobado encargar a May que regrese a Bruselas para tratar de renegociar el Tratado de Retirada, en especial para modificar la salvaguarda diseñada para evitar la vuelta a una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte.
Muchos diputados ven con recelo ese mecanismo porque creen que "atrapará" a Reino Unido en la Unión Aduanera de manera indefinida, pero el bloque de los 27 lo ve como un requisito irrenunciable para un Brexit ordenado y para proteger la paz en el Ulster.
Se espera que la conversación entre May y Tusk sirva para que la mandataria británica exponga una propuesta concreta, habida cuenta de que el presidente del Consejo Europeo y el resto de líderes de la UE a 27 le han pedido reiteradamente que "aclare sus intenciones" para desbloquear la situación.
"El 'backstop' es parte del acuerdo de retirada y el acuerdo de retirada no está abierto a renegociación. Las conclusiones del Consejo europeo de diciembre son muy claras al respecto", dijo Tusk el martes 29 a través de uno de sus portavoces, en un mensaje consensuado con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.