En una sesión retransmita en directo a través de Internet, Zuckerberg ha destacado los beneficios de la tecnología para estar en contacto con los más allegados en situaciones de crisis como en el caso de ataques terroristas o para los refugiados que llegan a Europa. Sin embargo, ha admitido que "en los últimos años no hemos hecho lo necesario para evitar que estas herramientas que hemos construido se utilicen para hacer daño también".
Ante los perjuicios que haya podido causar la mala utilización de sus aplicaciones, el fundador de Facebook se ha disculpado: "Ya sean 'fake news', injerencias en elecciones o mal uso de los datos de la gente por parte de los desarrolladores, no hemos tomado cuenta suficiente de nuestras responsabilidades. Eso fue un error y lo siento".
Entre las medidas que Zuckerberg prevé para subsanar sus errores está doblar el número de personal dedicado a la seguridad hasta llegar a los 20.000 empleados para final de año. En cuanto al impacto que pueda tener en la rentabilidad de su compañía, ha asegurado que "mantener a la gente segura siempre será más importante que maximizar nuestros beneficios".