La nevada del siglo, media España cubierta de blanco. Después, una ola de frío como pocos recordaban. ¿Dónde está el cambio climático?, se llegaron a preguntar algunos. ¿Es posible semejante caída de las temperaturas en pleno calentamiento global?
Miguel Aguado señala que el calentamiento del planeta provoca la descongelación de los polos, lo que hace que entre más agua dulce en el agua salada, cambien las corrientes y cambie el "equilibrio del planeta".
Un equilibrio roto esta semana precisamente por el encuentro entre una masa de de aire frío polar ártica que ha permanecido dos semanas con nosotros y una borrasca subtropical llamada Filomena.
La meteoróloga de laSexta Joanna Ivars explica cómo se producen efectos de este tipo: "Existe un aumento de la frecuencia e intensidad de los diferentes fenómenos meteorológicos extremos vinculados al cambio climático. Hay muchos estudios que lo demuestran. Por ejemplo, cuando la corriente en chorro se debilita, serpentea, se queda estacionaria y provoca fenómenos extremos, en este caso en Europa".
El aumento de la temperatura del planeta hace, según los expertos, que esa corriente en chorro desacelere, provocando olas de calor más intensas en verano y entradas de aire frío más severas en invierno.
"Si lo mezclamos y vemos que, al mismo tiempo, hemos tenido temperaturas mucho más altas en Europa, no podemos asegurar que sea cambio climático, pero huele a que es una consecuencia del cambio climático", afirma Miguel Aguado.
Para Joanna Ivars, lo más importante ahora es no solo la mitigación, sino la "capacidad de adaptación que tengamos como especie" para eventos similares. La última década ha sido, según la Organización Meteorológica Mundial, la más cálida desde que se tienen datos. Una tendencia marcada por contrapuntos como Filomena.