Tras la lectura de conclusiones

La abogada de Rubiales frente a la fiscal del caso, dos mujeres con visiones antagónicas

¿Por qué es importante? La letrada del acusado se ha servido de falsos prejuicios y parámetros equivocados para defender a su cliente chocando de forma frontal con el contundente alegato de la fiscal del caso, Marta Durántez.

La fiscal del caso Rubiales, Marta Durántez, y su abogada, Olga Tubau.

El juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso y por las presiones que más tarde sufrió la futbolista para minimizar el revuelo generado, está provocando todavía más. Durante la jornada de este jueves era el turno de los abogados de la acusación y la defensa para leer sus conclusiones del proceso.

En este caso, ha sido la letrada de Rubiales, la prestigiosa penalista Olga Tubau, quien ha provocado la polémica al haber utilizado el comportamiento de Hermoso para cuestionarla. Unos falsos prejuicios y parámetros equivocados que chocan de forma frontal con el contundente alegato de la fiscal del caso, Marta Durántez.

Por un lado, Tubau este jueves ha defendido ante el juez José Manuel Fernández-Prieto que "ese beso" fue de un "amigo eufórico", tal y como destacó su representado durante su declaración con el fin de descartar que fuera de índole sexual. Punto que no sirvió a la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, quien durante la jornada previa concluyó que se trataba de "un beso no consentido". Fin.

Por otro lado, la penalista ha subrayado que "quien ha sufrido una agresión sexual sufre dolor moral", es decir, "está o furiosa o abatida", frente a la contundente pregunta retórica de la que horas antes se había servido Durántez: "¿Hasta cuando vamos a estar exigiendo a la víctima de una agresión sexual un comportamiento heroico?".

Una frase en clara referencia a la multitud de ocasiones que se ha puesto en duda -mediática y judicialmente- el relato de una víctima. Sin ir muy lejos, hace unas semanas se cuestionó el comportamiento posterior de la actriz Elisa Mouliaá tras denunciar haber sufrido una agresión sexual por parte del ya expolítico Íñigo Errejón. También en el caso de La Manada esta fue una de las líneas de defensa de los violadores.

A pesar de estos precedentes, Tubau reincidió en la cuestión asegurando que la actitud de Hermoso tras el beso era de "buen humor, alegría, una cierta euforia": "De todo ello, la señora Jennifer Hermoso es protagonista". Horas antes, la fiscal destacaba que la pretensión de la futbolista era la de "pasar desapercibida" y "que todo eso no quedase en el beso", en referencia a la victoria de la selección femenina de fútbol de un campeonato como es un Mundial: "¿Qué le podemos exigir que se vaya aun rincón a llorar o que monte un espectáculo?", denunció Durántez.

Tubau también ha resaltado que una presunta víctima de violencia sexual "no necesita la validación y confirmación de terceros para llevarle al convencimiento de que así ha sido", a raíz de las declaraciones de la compañera de equipo de Hermoso, Irene Paredes, quien relató en sede judicial que Hermoso contaban muchas veces lo ocurrido ya que a sus ojos estaba "buscando saber cómo reaccionaban el resto". Un punto que la fiscal Durántez subrayó necesario: "Tiene la necesidad de transmitirlo y así lo hace y lo cuenta".