La recién investida de nuevo alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha comprometido a gobernar para todos los barceloneses, y ha garantizado en el pleno de investidura: "No seré alcaldesa independentista ni antiindependentista".

Lo ha dicho después de ser proclamada de nuevo alcaldesa, con los votos de los comuns, del PSC y de tres ediles de BCN Canvi-Cs: "No es la fórmula con la que nos hubiera gustado llegar a la Alcaldía", ha dicho en su primer discurso como alcaldesa del nuevo mandato, durante el que ciudadanos la han pitado y abucheado en algunos momentos desde la plaza Sant Jaume.

Tras la investidura, los nuevos concejales han hecho la tradicional visita a la Generalitat, donde ha saludado a su presidente, Quim Torra: al volver de nuevo al Ayuntamiento, la nueva corporación ha recibido abucheos de asistentes en la plaza, que han criticado a la alcaldesa al grito de 'Ada Colau és un frau' ('Ada Colau es un fraude').

Colau a su salida del Ayuntamiento

En su discurso de investidura se ha referido al apoyo del grupo liderado por Manuel Valls: "No los hemos ido a buscar y en ningún momento hemos escondido que nos incomodaban", y ha admitido que esta ha sido una investidura difícil que se ha producido de una forma que BComú no se hubiera imaginado.

Ha recordado que su apuesta era formar un tripartito con ERC y el PSC pero que no ha sido posible pese a que sí se ha articulado en otras ciudades, y ha agradecido el acuerdo del PSC y sus votos, y también los de Valls, "que han hecho posible esta Alcaldía".

También ha dicho que, ante contradicciones, uno debe preguntarse por lo mejor por la ciudad y no por lo más cómodo personal o políticamente: "Esto significa gobernar, y por eso hemos hecho este paso en la investidura", a la que se ha prestado pese a que Ernest Maragall (ERC) fue el candidato más votado en los comicios.

"Este es un reto todavía mayor al que asumí en 2015", ha manifestado, y ha señalado que quiere establecer puentes y evitar la política de reproches, algo que ha pedido también al resto de grupos municipales, ante los que se ha comprometido a no alimentar más esta forma de hacer política, sino a tender la mano a todos para superar una dinámica de bloques que no lleva a nada, según ella.

Ha recordado que fue la primera alcaldesa de la ciudad y ha lamentado que muchos vean a mujeres en el poder como personas que cogen algo a lo que no tienen derecho, y ha prometido a todas las barcelonesas, sobre todo a las niñas: "Ocupo la Alcaldía con todo el orgullo y la firmeza, sin pedir permiso a nadie". "Las mujeres hemos venido a mandar y a ocupar todos los espacios de poder sin tenernos que justificar", ha advertido, y ha asegurado que ella y su formación no olvidan su origen ni a las personas invisibles que luchan para sobrevivir en la ciudad, y que la ciudad toma como ejemplo iniciativas valientes como Open Arms.

Colau, que ha recordado el atentado del 17A, sus víctimas y la respuesta de la ciudad, se ha emocionado al expresar su agradecimiento a su familia, y ha zanjado su primera intervención como alcaldesa reelegida: "Por encima de todo, viva Barcelona. Viva todas las barcelonas. Viva la Barcelona feminista y orgullosamente diversa".