La Agencia Europea del Medicamento ha recomendado por primera vez desde comienzos de la pandemia autorizar la comercialización de Remdesivir, un antiviral, para el tratamiento del coronavirus.
En concreto, se sugiere su uso para pacientes adultos y adolescentes de más de 12 años que presenten neumonía y que precisan de respiración asistida. El fármaco ha resultado funcionar bien en estos pacientes facilitando su recuperación. No obstante, la última decisión es de la Comisión Europea.
La autorización "condicional" por parte de la Agencia Europea del Medicamento para vender un fármaco implica que este puede comercializarse con algo menos de datos disponibles y antes del tiempo habitual que lleva la autorización de un medicamento en condiciones normales, lo que facilita el acceso rápido al producto en contextos como una pandemia.
El estudio que abala la decisión
Remdesivir es un antiviral que ralentiza la producción de nuevas partículas de virus y, como resultado, una infección viral se desarrolla de manera más lenta. Esto lleva a que los pacientes que se encuentran graves llegan a recuperarse antes.
Según el estudio del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (Niaid), los enfermos que reciben este antiviral como tratamiento vencen a la enfermedad, de media, cuatro días antes de lo habitual.
Este estudio se ha desarrollado con más de 1.000 pacientes críticos en 75 hospitales de diferentes países, y su efecto se comparó con un placebo y con el tiempo promedio que tarda en curarse un paciente de la COVID-19.
Remdesivir y ébola
El Remdesivir ya había sido investigado durante la pandemia del ébola, aunque el brote terminó antes de finalizar el ensayo. Se usó en una terapia experimental que empezó a desarrollarse en 2009 y se puso a prueba con pacientes del ébola a mediados de la década pasada.
Ahora, se ha autorizado para el coronavirus SARS-CoV-2 porque el ensayo clínico estadounidense ha demostrado que el fármaco acorta el tiempo de recuperación en algunos pacientes.
La Agencia considera que el balance entre beneficios y riesgos del medicamento ha resultado ser positivo en pacientes que tienen neumonía y necesitan respiración asistida, es decir, en pacientes graves.