Ada Colau llega a la altura de stand de las Fuerzas Armadas y dos altos mandos se acercan a saludarla, pero tras el protocolo inicial, la alcaldesa de Barcelona les explica que prefiere separar el ámbito civil del militar.
Un gesto absolutamente gratuito para el ministro de Defensa. "Me parece absolutamente gratuito, a lo único que nos lleva es a perder respeto institucional por un lado, y la educación por otro", ha dicho Pedro Morenés.
Las palabras de Colau se han ganado una cascada de calificativos. "Es una manifestación de sectarismo, de falta de respeto", ha dicho Rafael Catalá, ministro de Justicia en funciones. Por su parte el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha dicho que es "un discurso populista, agresivo y que busca destruir".
Ada Colau se ha explicado, dice que solo les transmitió la postura del Ayuntamiento con respeto y educación. "Es una reivindicación histórica de la comunidad educativa, de Barcelona y de Cataluña, el hecho de que se separen los espacios civiles de los militares", ha dicho Colau.
También ha recibido apoyos. "El Ejército donde debe estar es en los cuarteles y no en el salón de la Educación", ha dicho Alfred Bosch, presidente de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona. "Como alcaldesa estaba enfatizando en esa necesidad de separar espacios sin ninguna intención de herir", ha dicho Irene Montero, diputada de Podemos.
El exjefe del Estado Mayor de Defensa, Juilio Rodríguez también ha apoyado a Colau: "En sus palabras no hay desprecio ni humillación".
Los protagonistas de la incómoda conversación se han limitado a defender la importancia de su propuesta formativa, aunque reconocen que ese momento no fue agradable.