Hace unos días se conocía la noticia de un ertzaina que intentó agredir con un cuchillo a su pareja y a sus dos hijas. Se le imputaba un delito de violencia de género, pero horas después se conocía que se había cambiado de sexo en el registro hacía unos meses, por lo que es legalmente una mujer. Un cambio sustancial que podría condicionar su proceso judicial y dificultar que el caso lo tramitara como violencia de género.
Este ertzaina, al igual que otros agresores machistas, intentan sortear las penas por violencia de género aprovechando recovecos legales para reducir sus condenas. Así, se aprovechan de la ley trans y deciden cambiarse de sexo para ser juzgados por violencia doméstica. Pero la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ya ha avisado: un cambio de sexo no elude la aplicación de la ley e incluso puede suponer un delito más, el de fraude de ley.
Y es que la Fiscalía investiga en este caso un posible fraude de ley puesto que el detenido no ha realizado al parecer ningún otro trámite relacionado con su cambio de sexo y mantiene tanto su nombre como su aspecto de varón, según han informado fuentes jurídicas al Diario Vasco.
Podría parecer un plan de escape brillante, el utilizar la ley trans para burlar la ley de violencia machista, pero lo cierto es que esta persona se puede enfrentar no solo a un delito por violencia machista sino también a otro por fraude de ley.
Este último año en España ha habido casi 6.000 casos de cambio de sexo. Pero la ministra de Igualdad ha querido hacer hincapié en que tan solo "el 0.001% son abusos y extralimitaciones". "Esas personas tendrán que responder por delitos que no son menores y su situación puede complicarse todavía más", ha recordado Redondo, quien ha añadido que "no se puede eludir con un cambio de sexo la aplicación de la ley".
De momento, los hechos se han incoado como un delito de amenazas en el ámbito de la violencia de género y doméstica, una denominación amplia que abarca todos los supuestos, pero la instrucción se ha iniciado en un juzgado común.
Por lo que, por lo menos por ahora, el caso no lo lleva un juzgado de violencia sobre la mujer, sino que lo lleva un juzgado de instrucción normal por una serie de conductas que presuntamente tuvo el ertzaina.
Ante esto, la Fiscalía ya ha intervenido para solicitar que el caso se derive a un juzgado de violencia de género.
Esa intervención de la Fiscalía es lo que se pide en otro episodio similar que ha ocurrido en Sevilla. Un agresor condenado a prisión ha conseguido eludirla cambiándose de sexo un mes antes de entrar. Algo que según su abogado, aterroriza a la víctima.
"Lejos de cesar en su actitud frente a la victima ha continuado con agresiones, amenazas e incumplimientos de orden de alejamiento", ha denunciado el abogado de la víctima, José Antonio Sires.
En este momento el caso ha pasado a un tribunal ordinario. La defensa de la víctima pide que se le juzgue según la condición sexual en el momento de la agresión. Son casos esporádicos que indignan a las víctimas de violencia machista.