La tensión en las calles de Girona ha sido latente desde primera hora de la mañana. Un grupo antifascista se ha dirigido a la plaza Uno de Octubre, antes llamada Plaza de la Constitució, a reventar el dispositivo montado para celebrar un acto de la plataforma Borbonia en el que participa Vox.
Al llegar, han lanzado las vallas al suelo y contra los Mossos d'Esquadra. Así, la primera carga de los policías se ha convetido en una autentica batalla campal. Los golpes entre los agentes y los manifestantes han dejado más de diez heridos. Las provocaciones han llegado por todos lados: mientras unos retiraban lazos amarillos de los árboles, otros quemaban la bandera de España.
El himno de España a todo trapo con al brazo en alto recibía respuesta: pitidos y abucheos. Desde Vox aseguran que, con su avance en las instituciones, se conseguirá ilegalizar a los antifascistas.
"Esta gentuza debería tener sus partidos ilegalizados y la financiación cortada", ha criticado Javier Ortega, secretario general de Vox. Pero el momento de más tensión se ha dado con Álvaro de Marichalar: intentó meterse en la manifestación antifascista. Los mossos han tenido que intervenir con dureza. Han llegado a tirar a un hombre por el suelo. Otro ha sufrido una brecha en la cabeza que ha tenido que ser atendido por los equipos de emergencia.