Existe inquietud entre los fiscales por lo que puede conllevar la reforma del delito de malversación. Fuentes de Anticorrupción apuntan que la reforma es apresurada porque no ha contado con los informes preceptivos del Consejo General del Poder Judicial, el Consejo de Estado y el Consejo Fiscal, añadiendo que puede darse un goteo de casos afectados y de escritos de acusación que habrá que revisar a la baja.
También consideran que el texto es confuso y que, a pesar de la enmienda transaccional, la malversación como administración desleal no queda exactamente igual a como estaba.
Sobre la posibilidad de recurrir sentencias firmes, a pesar de que el Gobierno defienda que existe una disposición transitoria que lo impide, señalan que habría que poner en liza ese concepto con el de la retroactividad penal a favor de reo, situación que tendría que interpretar el Tribunal Supremo.
Más fuentes consultadas por laSexta aseguran que la reforma pone en riesgo casos que están en instrucción o a punto de ir a juicio, ya que, si bajan las penas, bajan los años de prescripción. En cuanto entre en vigor, los abogados pedirán que se archive por prescripción de los delitos y habrá casos en que haya que archivar.
Por ejemplo, en la trama Kitchen, el tienen listo el escrito de acusación, pero inevitablemente lo tendrán que modificar cuando entre en vigor la nueva ley si esta beneficia a los procesados.