La APM se ha expresado así a raíz de haber recibido una petición de amparo de un grupo de periodistas que se sienten acosados y presionados por el equipo directivo de Podemos, encabezado por Pablo Iglesias, así como por personas próximas a su círculo. Los denunciantes, añade, han aportado pruebas documentales y la organización que preside Victoria Prego ha decidido ampararlos.
Según dicen los denunciantes y recoge la APM en su texto, "el acoso de miembros de Podemos se materializa de manera reiterada y desde hace más de un año en ataques a periodistas en sus propias tribunas, en reproches y alusiones personales en entrevistas, foros y actos públicos, o directamente en Twitter". Igualmente, estas presiones también se realizan de "forma personal y privada con mensajes y llamadas intimidantes".
En opinión de la APM, el acoso pretende "minar la credibilidad y el prestigio de estos profesionales, sometidos en ocasiones a un bombardeo constante de mensajes que intentan descalificar o ridiculizar su trabajo y recortar su libertad de información".
Para la asociación, es "totalmente incompatible con el sistema democrático que un partido, sea el que sea, trate de orientar y controlar el trabajo de los periodistas y limitar su independencia". La organización de periodistas entiende que la estrategia "de acoso" de Podemos "vulnera de una manera muy grave los derechos constitucionales a la libertad de expresión y a la libertad de información y coarta el libre ejercicio del periodismo".
La entidad entiende que la formación morada está "creando un estado de miedo entre los periodistas, tiene como fin el de persuadirles de que les conviene escribir al dictado de Podemos, además de tratar de conducirlos hacia la autocensura". Así recuerda a la formación morada que puede recurrir al derecho de rectificación "en lugar de atacar de forma inadmisible a su autor o al medio que la publica".
Igualmente, recuerda a todos los partidos deben ser conscientes de que "la crítica respecto al comportamiento y las manifestaciones de quien ostenta un cargo público, aunque pueda molestar o herir, es legítima".
Y reitera el apoyo a los periodistas que puedan estar sometidos a presiones de este tipo al tiempo que solicita a los medios que protejan y respalden a sus profesionales "saliendo al paso de cualquier campaña que trate de impedir que los ciudadanos reciban información veraz, rigurosa, diligentemente contrastada y de interés público" porque "solo una prensa independiente y sin miedo puede cumplir su misión fundamental de control del poder".