Ya sea para dividir a los socios de investidura ya sea por real compromiso del Partido Popular (PP) con la situación en Venezuela, los de Alberto Núñez Feijóo lo han conseguido. Génova ha logrado este miércoles aunar los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados tome en consideración la proposición no de ley que contempla reconocer al opositor venezolano Edmundo González como presidente electo del país latinoamericano.

Lo ha hecho gracias al 'sí' de sus 137 diputados, así como al de los 33 de Vox, al de Unión del Pueblo Navarro (UPN), otro de Coalición Canaria (CC) y a los cinco del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Una mayoría de 177 diputados, y una peculiar abstención, la del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, al que el 'caso Koldo' lo llevó al Grupo Mixto en la Cámara Baja.

Los vascos adelantaron su voto a favor durante la mañana de este martes al considerar que "no puede salir vencedor de la votación de hoy un dictador como Maduro", aseguraba Aitor Esteban. Eso sí, después de que él mismo acusara hace semanas a los populares de que Venezuela les "importa una higa".

A pesar de haber salido del bloque de investidura, Esteban admitió comprender el posicionamiento del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y por tanto, el del Gobierno central, a la hora de evitar interrumpir la interlocución con el Gobierno del autoproclamado presidente venezolano, Nicolás Maduro, con el español.

De hecho, ya en el debate celebrado durante la tarde de este martes advirtió que "la oposición lo que quiere es este reconocimiento, pero lo que se podría producir en esta cámara es uno político y moral pero sin efectos jurídicos". "Eso solo podría hacerlo el Gobierno", ha recalcado.

Algo que parece no importar a la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, quien durante Pleno del martes ha criticado que mientras "a Edmundo lo despojan hacen un héroe a Zapatero que tiene una relación de intimidad con Maduro". Algo que considera ofrece "oxígeno a la dictadura".

Y es que en esta proposición no de ley, el PP no solo incluye la exigencia de que el Gobierno de España reconozca a Edmundo González Urrutia como ganador y nuevo presidente del país el próximo 10 de enero, sino que también expone a modo de crítica el "silencio" del expresidente socialista en base a su participación en tareas de mediación entre el Ejecutivo español y el régimen de Maduro. Extremo que en esta ocasión la cartera de Albares ha negado desde que González Urrutia llegase el pasado domingo a España.

Es precisamente el papel del expresidente del Gobierno socialista en este asunto, una de las cuestiones que trató de modificar el grupo socialista a través de una enmienda. En ella, se pedía "reconocer toda la labor de mediación del presidente Zapatero", pero también suprimir el reconocimiento de González como presidente electo a cambio de apoyar simplemente que se le dé asilo político. Los populares, sin grandes sorpresas, la rechazaron, al tiempo que la tacharon de "indecente".

El vocal de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, adelantó que su grupo votaría en contra, pero no dudó en cargar también contra los socialistas: "Señores del PSOE, se puede rechazar a Maduro, no estar de acuerdo, pero dar cabida en este país a toda la oposición ultra golpista venezolana como ustedes están haciendo no", recalcó el republicano a modo de advertencia desde la tribuna de la Cámara Baja. Términos similares a los que utilizaron otros grupos como Podemos, así como Néstor Rego, del BNG. Todos ellos adelantaron su voto en contra.

Quienes no han adelantado su voto, puesto que no lo ejercerán son los siete diputados de Junts per Catalunya. Todos ellos han abandonado el Congreso de los Diputados durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles para volver a Cataluña y así poder participar en las movilizaciones convocadas con motivo de la Diada.

De esta manera, con el voto a favor del PNV a la proposición del PP y el rechazo a la enmienda del PSOE, el Gobierno no logra sus intenciones y pierde otra batalla frente a los de Feijóo. A pesar, eso sí, de que sus socios de coalición, la formación Sumar, adelantara también durante la mañana de este martes que sus diputados también votarán en contra de lo que proponen los populares.

Su portavoz en la Cámara Baja, Iñigo Errejón, aseguró que reconocer a González Urrutia sentaría "un precedente peligrosísimo" y, por tanto, mientras no vean las actas electorales mantienen, al igual que la UE, "no se puede reconocer a nadie". Términos similares utilizados por Aina Vidal, quien además cargó contra el PP porque "una vez más utiliza un país para arrastrarlo por el suelo".

Mientras tanto la diputada socialista Cristina Narbona se ha dirigido a la bancada popular para pedirles que "no hagan creer que su reconocimiento hará desaparecer a Maduro", ya que "las cosas no funcionan así". Acto seguido ha recordado "la experiencia con [el expresidente interino venezolano Juan] Guaidó al que reconocimos y no tuvo ninguna autoridad". Argumentado que ya habían adelantado durante la mañana a laSexta fuentes de Moncloa.

De hecho, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha asegurado que, de momento, no reconocerá a Edmundo González como ganador de las elecciones en Venezuela. Ya que la posición del Gobierno es la de "mantener una posición unánime junto con los 27 países de la UE", ha resaltado la portavoz Pilar Alegría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Cuestión que han vuelto a repetir el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde China, así como Patxi López a su llegada a la sesión de control de este miércoles.

Una posición que consiste en "solicitar actas y transparencia" al Gobierno de Maduro. "Es lo que llevamos abanderando desde el 29 de julio", ha sostenido Alegría, al tiempo que ha acusado al PP de presentar la proposición con el "claro objetivo de dividir, saltándose la posición de la UE".

No obstante, entre la enmienda socialista y la proposición no de ley de los populares existen puntos de coincidencia. En concreto, a la hora de exigir al régimen de Maduro el cese inmediato de la represión, así como apoyar la comparecencia del Centro Carter para que detalle sus conclusiones sobre las elecciones. Asimismo, Sánchez también ha anunciado que a su regreso de su gira por el país asiático se reunirá con el opositor al que casi un millar de personas le brindaron su apoyo en la Plaza de las Cortes de Madrid.

Allí les había convocado la líder de la coalición que pretendía arrebatar el poder al Maduro, María Corina Machado, y hasta donde se acercó una de las hijas de su candidato, Carolina González. Lo hizo arropada por el también exiliado exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y Leopoldo López, así como parte del núcleo duro de Génova.