Continúa investigado
Archivan la causa por acoso sexual y coacciones contra el alcalde de Estepona
Sí, pero... El juzgado continúa instruyendo la causa por malversación que abrió tras la declaración de la mujer que supuestamente fue contratada para supervisar el material urbano del municipio.
El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Estepona dictó el lunes un auto en el que archivaba la causa por acoso sexual y coacciones contra el alcalde de la localidad malagueña, José María García Urbano, del Partido Popular. El juez, no obstante, continúa instruyendo una segunda causa por malversación que abrió tras la declaración de la mujer a quien supuestamente contrató para supervisar el material urbano del municipio.
El pasado mes de octubre, el juzgado incoó diligencias previas por un presunto delito de acoso sexual contra el alcalde 'popular' a raíz de la denuncia de un funcionario del propio Ayuntamiento. En su denuncia, este relataba que "tuvo que acceder a las pretensiones sexuales del denunciado por miedo a perder su trabajo" y que el primer edil le ofreció una ayuda económica de 2.000 euros mensuales y que contactaba con él "de forma insistente y a diario" para "seguir satisfaciendo sus deseos sexuales", con él y con su pareja..
García Urbano reaccionó entonces con un comunicado en el aseguraba que se trataba de una "denuncia falsa" y parte de una supuesta campaña para dañar su imagen. Posteriormente, el insistió ante el juez en que veía un "interés político importante" y "esencial" en las acusaciones contra él.
La causa por malversación
Pese a archivar la causa por acoso sexual, el juzgado de momento mantiene abierta otra por malversación, que abrió después de que la pareja del funcionario que denunció al alcalde declarase que la contrató para un trabajo en el Consistorio que nunca realizó y por el que cobró 5.000 euros en un mes.
Según el testimonio del propio García Urbano, contrató a la mujer como "cargo de confianza" del Ayuntamiento y su misión era estar en estrecho contacto con la ciudadanía, además de revisar mobiliario urbano, como farolas y macetas. Tareas, admitió, "que no son especialmente complejas, pero que sí eran muy importantes en ese momento de mandato". "Pensé en la señora Pulido, en la que tenía confianza, en la que sabía que podía hacerlo bien", defendió.
Pero, según declaró ella, jamás llegó a desempeñar ninguna de esas funciones, sino que solo fue al Ayuntamiento para firmar su contrato. "Yo no he ido al Ayuntamiento. Es que yo no sé si tengo despacho, no sé si tengo compañeros o no. Es que no lo sé", relató.
De acuerdo con su testimonio, el alcalde nunca le pidió que fuese a trabajar, pero cobró más de 5.000 euros en apenas mes y medio. "Nada. Que no he ido. No he ido ningún día porque él no me ha pedido que fuera", insistió, añadiendo que con esa propuesta de trabajo por no hacer nada, el alcalde pretendía mantener el chantaje sexual al que les tenía sometidos.