El catalán, gallego y euskera han sido protagonistas del discurso de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, previo al juramento de la princesa Leonor de la Constitución. La socialista ha saludado a los presentes en las lenguas cooficiales, pero también ha repasado alguno de los cambios que ha experimentado España desde 1986 cuando Felipe VI juró la Carta Magna.
"En aquel momento todavía librábamos una dura batalla contra el terrorismo. Ese año se puso en marcha el servicio universal de sanidad y la escolarización pública y gratuita fue accesible para todos y para todas. Aquel año se concedieron unos JJOO a España, a la Barcelona que en 1992 sorprendería al mundo con un acontecimiento de proyección internacional que contribuyó al importante proceso de modernización al que también estábamos inmersos", ha recordado.
"Han pasado 37 años y somos, de forma más robusta y profunda, aquel país democrático y libre", ha dicho, antes de añadir que España es "un país cohesionado, respetuoso, consciente y orgulloso de su diversidad". Armengol ha hecho hincapié en que con su acatamiento a la Ley de Leyes, la heredera muestra su "compromiso con la ciudadanía".
"El juramento de doña Leonor de Borbón y Ortiz es la expresión pública del respeto a nuestra Constitución y del respeto al resto de nuestro ordenamiento jurídico. Y lo hacemos hoy, precisamente el mismo día que se cumplen 45 años de la aprobación de la Constitución por estas Cortes Generales", ha asegurado.
En este sentido, ha recordado que "todos y todas, sometidos al Derecho, servimos los valores de la Constitución" y "no hay poder que tenga capacidad fuera" de las leyes. "Nuestra sociedad se sostiene sobre este sistema y este sistema se sostiene a su vez sobre nuestra sociedad, no pueden desoírse el uno a la otra: caminan juntos y juntos han de sortear el paso de los tiempos, adaptándose a las necesidades, a las naturales transiciones, al devenir histórico", ha puntualizado.
Armengol ha insistido en que el juramento de la princesa supone el firme compromiso "con este presente libre y democrático, enraizado en un pasado que no olvidamos para así disponer un mejor futuro". En este sentido, ha señalado que es responsabilidad de todos perfeccionar, a través del diálogo y los consensos, respetando su diversidad, su pluralidad, y haciendo de la estabilidad y la convivencia nuestra bandera, para que esta sea "ancha como un corazón generoso".
En su discurso ha hecho gala de un "europeísmo sólido" y de una España "con peso en el mundo, referente en Europa". "Nuestro país, además, es uno de los más avanzados en igualdad de género y también está a la cabeza en el reconocimiento de derechos sociales para nuestra gente", ha remarcado.