Nueva prueba de la presunta trama de blanqueo de dinero del Partido Popular en el Ayuntamiento de Valencia. Según publica 'Las Provincias', la exsecretaria del Grupo Popular valenciano, María del Carmen García Fuster, le pidió personalmente a la asesora Patricia Iserte que realizara un ingreso de 1.000 euros en una cuenta del partido en calidad de donación. Se lo devolverían con dos billetes de 500 euros en mano.
"Es ridículo pensar en financiar un partido con 1.000 euros", respondía Rita Barberá ante las acusaciones. Iserte dijo que "no" y puso la excusa de que no disponía de fondos. En una situación que califica de "estrés inaguantable" escribió una carta que tiene el juez y con la que quiere constar que no participó en el pitufeo.
Mismo intento con el también exasesor de Grau, Jesús Gordillo, pero también pincharon en hueso. "Yo le dije a la persona que me lo propuso que eso sonaba a blanqueo de capitales y que no lo pensaba hacer", explicó Gordillo. "Me respondió que ya veía lo que hacía, que sabía donde estaba, y yo les contesté que donde no pensaba estar era en la cárcel".
La esposa del vicealcalde, la concejala María José Alcón, reconocía en una conversación con su hijo cómo se realizaba el blanqueo: "Corrupción política total" mientras otra testigo en la Operación Taula, la exasesora del PP Arantxa Martí, vió un asunto turbio en la petición de blanqueo que le plantearon.En total, cuatro aesores que se negaron a entrar en el juego. Pero en los cuadernos de García Fuster hay hasta 62 ingresos, otros que sí aceptaron el supuesto pitufeo del PP valenciano.