Los seis narcos detenidos en Barbate por el asesinato de dos guardias fueron identificados gracias a la declaración de varios testigos que se encontraban en el lugar, las imágenes que aportaron estos y las cámaras de seguridad del recinto.
Según apuntan fuentes de la investigación a laSexta, la embarcación que atacó la zodiac de la Guardia Civil era la de mayor envergadura y la única que tenía cuatro motores de las seis que se encontraban en el puerto cuando ocurrieron los hechos. También tenía dos antenas de radar, una de ellas desprovista de carcasa.
Además, la narcolancha a la que se atribuye el atentado presentaba trazas de pintura por encima de la línea de flotación que apunta a una colisión contra un objeto rojo o anaranjado.
Según las mismas fuentes, los testigos también identificaron a los ocupantes de la narcolancha, que vestían ropa de agua y cascos. Uno de ellos iba con una chaqueta de color rojo, el mismo tipo de prenda que llevaba cuando fue detenido horas más tarde.
Los narcos emprendieron la huida durante 18 horas y fueron detenidos en dos tandas -tres en Sotogrande y otros tres en La Línea de la Concepción-. Según el atestado, la narcolancha intentó ocultarse detrás de un carguero para despistar a los agentes de la Guardia Civil que les seguían, pero un helicóptero consiguió localizarlos. Los tres últimos se enfrentaron violentamente a los agentes, lo que ha conllevado su imputación por resistencia contra la autoridad.
Los presuntos narcos admitieron en sus declaraciones que se dedican al contrabando, pero niegan haber participado en el atentado contra la Guardia Civil. Según fuentes de la investigación, aseguraron que ellos no causaron la muerte de los agentes, que atribuyeron a otra lancha con cuatro motores que se encontraría supuestamente en el puerto. Una versión contradictora con la que aportan los testigos y las imágenes.
Tras enviarles a prisión provisional, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate les imputa dos delitos de asesinato, cuatro asesinatos en grado de tentativa, seis delitos de atentado agravado, un delito de contrabando y resistencia grave a la autoridad.
La persecución de los agentes a los narcotraficantes que acabaron con la vida de dos guardias civiles en el puerto de Barbate en la noche del pasado viernes se prolongó durante 18 horas, hasta el mediodía del sábado 10 de febrero.
Cronología de una persecución de 18 horas
Las fuentes consultadas también han aportado una cronología detallada de los hechos, que comenzaron a las 20:20 horas del día 9 de febrero. A esa hora la patrulla de la Guardia Civil se encontraba en aguas del puerto de Barbate, con seis agentes uniformados a bordo de una Zodiac Pro con motor Yamaha, de 5,20 metros de eslora.
Con su rotativo policial luminoso activado, procedieron a identificar seis narcolanchas que se encontraban fondeadas en la bocana del puerto refugiándose del temporal. Una de mayor tamaño, la única que tenía cuatro motores y dos antenas, realizó una primera aproximación y pasó violentamente junto a la goma (así se refieren a las narcolanchas en la zona de Cádiz).
Tras coger una cierta distancia, puso rumbo a la zodiac de los agentes y los embistió a gran velocidad, pasando por encima de ellos de babor a estribor y emprendiendo la huida posteriormente. Esa acción provocó la muerte a dos agentes, lesiones graves a otro y lesiones menos graves a dos. Otro resultó ileso.
A las 21:50 horas esa narcolancha fue detectada por un operador del Centro Operativo de Servicios (COS) de la Comandancia de Cádiz frente a Zahara de los Atunes, en dirección al faro Caraminal, una información que se pasó a la Comandancia de Algeciras, que tomó el relevo del seguimiento. Procedente de Caraminal y El Acebuche, la narcolancha avanzó hacia Sotogrande.
Pasados 15 minutos de la medianoche detuvieron la marcha a nueve millas de la playa de la Alcaidesa, quedando fondeada para, pasados unos minutos, dirigirse al puerto de Sotogrande. Fue en ese momento cuando la Guardia Civil avisó a las patrullas de la zona.
Según apuntan las fuentes, a las 00:45 horas tres ocupantes se bajaron de la narcolancha y fueron detenidos en tierra por agentes de la Guardia Civil. Todos llevaban trajes de agua mojados, dos de ellos con abrigos de camuflaje y un tercero con un abrigo de color rojo, tal y como vieron los testigos del crimen. Además, todos los ocupantes desprendían un fuerte olor a gasolina.
La misma embarcación emprendió entonces una huida mar adentro. Fue localizada por el sistema SIVE de la Guardia Civil saliendo de Sotogrande rumbo sureste y, minutos después, fue detectada con una posición inmóvil detrás de un carguero. Al dispositivo se unió un helicóptero del Instituto Armado que consiguió localizar a los huidos, que pasaron toda la noche en esa posición, escondidos tras el buque de grandes dimensiones.
No fue hasta las 11:00 horas de la mañana del sábado 10 cuando se localizó a la narcolancha rumbo a La Línea de la Concepción a gran velocidad. En ese momento la Guardia Civil avisó los efectivos en tierra. Cuando los ocupantes llegaron a la playa de La Hacienda, en La Línea, emprendieron una huida a pie.
Ya eran las 12:00 del mediodía cuando los agentes encontraron ropas mojadas muy cerca del lugar donde desembarcaron. A las 14:30 horas, los agentes cerraron la zona y consiguieron detener a los últimos tres acusados, entre ellos el que gobernaba la embarcación, presuntamente Francisco Javier M.P., alias Kiko el cabra. Según el atestado, se resistieron violentamente, algo que niegan en su declaración judicial. Ellos admiten el contrabando y aseguran que ellos no causaron la muerte de los guardias civiles, que atribuyen a otra lancha con cuatro motores.