Con las terrazas de toda España llenas de ciudadanos, cabe recordar que ese lugar también puede ser un foco de contagio importante que puede dar lugar a un rebrote.
En Alemania, el paciente 4 dio un salero en un restaurante al que se convertiría en el paciente 5, una cadena de transmisión tan simple que hace que tengamos una idea de cómo puede ser de fácil contagiarse de COVID-19.
Con esta situación, cabe tener en consideración varias medidas de prevención. La primera es la necesidad de llevar mascarilla también en las terrazas cuando compartamos mesa con más gente.
Así lo explicaba la divulgadora científica Deboráh García, que también hace hincapié en la importancia de mantener la distancia de dos metros, "el largo de una cama".
"Tampoco es recomendable hablar alto o gritar, pues la vía de contagio del virus son las partículas que proyectamos al hablar o toser", comentaba en 'Más Vale Tarde'.
Sobre el uso de guantes, cree que sólo genera una falsa sensación de seguridad, insistiendo en la importancia de vernos como "potenciadores contagiadores" e instándonos a "no tocar, abrazar, hablar alto o acercarnos" a otras personas.
Recomendable no fumar y no compartir comida
Otro de los puntos más comentados en los últimos días ha sido el de la recomendación de no fumar o vapear en estos espacios porque aumenta el riesgo de contagio tanto en el propio fumador como en las personas que les rodean.
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica asegura que, al fumar, se expulsan "diminutas gotitas que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosa". Al fumar, además, "es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio".
Un factor de riesgo también se encuentra en las tapas y aperitivos que se dan a los consumidores. Expertos recomiendan que estas tapas deben ser individuales, evitando compartir tanto alimentos como objetos como saleros, vasos o ceniceros.