Un medidor "muy parecido a una aspiradora" que permite detectar el SARS-CoV-2 en el aire. Es lo que los investigadores de la Universitat Jaume I han colocado en Valencia y Castellón, que nos cuentan cómo funciona.
Vicente Esteve, catedrático de Química de la Universitat, afirma que el aire entra a través de este medidor, pasando por un filtro al que harán una prueba PCR para comprobar la carga vírica que hay en el punto concreto en el que se ha colocado.
Será una especie de semáforo de la carga vírica en suspensión, siendo el verde el punto más limpio y el rojo, el indicador de peligro. El objetivo, como nos cuenta Juana María Delgado, investigadora de la Universitat, es "explorar el tiempo que pasa desde que aparecen los aerosoles en el ambiente hasta la aparición de los brotes".
Y es que el análisis del aire será otro indicador precoz de futuros brotes, del mismo modo que lo son las aguas residuales. Para medir la presencia de COVID en espacios cerrados también se ha creado un sensor que cuenta con anticuerpos específicos que detectan el SARS-CoV-2.
Sergi Morais, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, lo llama "virusómetro", ya que la idea es que lance una señal de alarma en caso de detectar una gran carga vírica en el ambiente. Pensado para restaurantes, casas o transportes, está en fase de pruebas a la espera de ser comercializado.