Sí, frenar a una narcolancha es posible, siempre que se tengan los medios adecuados. Actualmente, la Guardia Civil cuenta con 13 patrulleras de lucha contra el narcotráfico. Entre ellas cuentan con la 'Río Flumen', presentada hace un año como la patrullera de intervención policial más veloz del mundo.
"Podemos competir en velocidad. No se trata de hacer una carrera, pero sí de que, en caso de persecución, nuestra gente vaya segura", defendía el agente Almansa en febrero de 2023. Uno de sus puntos fuertes es que está hecha de aluminio en lugar de acero naval, lo que le permite hacer giros bruscos, frenar rápidamente y, aun así, alcanzar los 60 nudos de velocidad.
Además, cuenta con otra ventaja competitiva respecto a las narcolanchas: su capacidad de combustible. En un solo acelerón, las narcolanchas como la vista en Barbate, con cuatro motores de 350 caballos, consumen muchos litros de combustible. Por eso van cargadas de bidones de gasolina.
La estrategia pasa precisamente por ahí: dejarles sin gasolina para que tiren la mercancía al mar y embarranquen en la playa. Así lo cuenta el vocal del sindicato independiente de la Agencia Tributaria en Cádiz, Luis Baltar, que detalla cómo se busca "acosar" a estar embarcaciones, un acoso perfectamente coordinado con un helicóptero para presionar a la narcolancha hasta que tiren la mercancía.
Se espera que lleguen tres patrulleras aún mejores que se encuentran en fase de licitación. Estas cuentan con un casco y una estructura aún más resistentes para facilitar las maniobras de embestida durante las persecuciones con los narcos y lanzagranadas automáticos.