El Ministerio de Sanidad empezó a principios de semana a repartir entre las comunidades autónomas los test rápidos para realizar la prueba del coronavirus. Estas pruebas, que permiten diagnosticar un positivo hasta en 10 minutos, funcionan de forma parecida a un test de embarazo y se pueden realizar en el propio domicilio de la persona con síntomas, con supervisión sanitaria.
La principal diferencia con respecto a la prueba de la PCR, que era la que se venía practicando desde el comienzo de la crisis, es precisamente su rapidez, según indica la doctora Inmaculada Casas, viróloga del Instituto de Salud Carlos III. "Los test rápidos son capaces de detectar si un paciente es positivo o no en un mínimo de 10 o 15 minutos", explica.
Estas pruebas reaccionan con una muestra de saliva o mucosa nasal y funcionan de forma similar a una prueba de embarazo (con una o dos franjas para un resultado negativo o positivo): en 10 minutos se pueden tener los resultados, frente a las dos o tres horas de la PCR.
De acuerdo con el Ministerio de Sanidad, que ha difundido el vídeo explicativo que puedes ver más arriba, estos test rápidos "mejoran el cribado de la población" y tienen la ventaja de que se pueden hacer a domicilio, liberando así profesionales y recursos sanitarios.
¿En qué se diferencian de la PCR?
La prueba de la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés), además de tardar más en arrojar resultados, entraña una mayor complejidad y debe realizarse en el laboratorio.
Esta técnica localiza y amplifica un fragmento de material genético: una molécula de ARN, en el caso del coronavirus. Si se detecta ARN del virus en la muestra del paciente, quiere decir que está contagiado. Si la PCR no detecta el material genético del virus, el resultado sería negativo.
Los test rápidos, a diferencia de la PCR, no identifican el ARN del virus, sino que detectan los anticuerpos producidos frente al virus en una muestra de sangre, o bien proteínas del virus en muestras respiratorias.
Se basan en una inmunocromatografía en papel: una plataforma que lleva 'pegadas' las proteínas del virus para detectar anticuerpos o bien los anticuerpos específicos para detectar las proteínas del virus (parecido al funcionamiento de un test de embarazo).
¿Por qué no se han usado antes las pruebas rápidas?
Desde el inicio de la pandemia se ha realizado el diagnóstico mediante técnicas de PCR y no con test rápidos, porque estos no se han podido desarrollar hasta que no ha habido un número suficiente de pacientes infectados para poder caracterizar los anticuerpos.
La PCR, en cambio, al ser una prueba de diagnóstico directo se ha podido realizar desde el primer momento en que se secuenció el virus, según indica Sanidad.