El nuevo reglamento de extranjería que plantea el Gobierno flexibilizará los requisitos para que más migrantes puedan regularizar su situación en España, con más facilidades en este sentido para las víctimas de explotación laboral y una nueva fórmula de arraigo denominado "de segunda oportunidad". Así lo ha anunciado la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, en una rueda de prensa después de presidir la Conferencia Sectorial de la Inmigración, en el que se ha presentado a las autonomías esta reforma del reglamento, que ha entrado en fase de audiencia pública.

Uno de los cambios más relevantes que ha detallado la ministra es una mejora en el procedimiento para regularizar a los migrantes que han sufrido explotación laboral y mayor protección para que estas personas puedan "cambiar de empresario" en caso de este tipo de abusos o ante la imposibilidad de realizar el trabajo. También en materia de trabajo, se facilitarán los procedimientos y se permitirá compatibilizar el trabajo por cuenta propia y ajena y se introducirán mejoras en la regulación de las actividades de temporada, favoreciendo las "contrataciones colectivas".

Nuevos arraigos sociolaboral y de segunda oportunidad El nuevo reglamento crea el denominado "arraigo sociolaboral", por el que podrán regularizar su situación en España quienes lleven dos años en el país y presenten uno o varios contratos de trabajo que sumen al menos 20 horas semanales. Para "favorecer la disminución del tiempo previo de irregularidad" se rebaja de tres a dos años la permanencia continuada en España exigida, y también se elimina el requisito de tener vínculos familiares en España.

Además, para ayudar a la entrada en el mercado laboral se reduce el número de horas exigidas de 30, en cómputo semanal, a 20. Una vez lograda esa integración laboral y conseguida experiencia, según ha explicado Migraciones, es más sencillo saltar a contratos con jornadas completas. Para evitar fraudes, se exige que se tenga que mantener al trabajador tres meses de alta en la Seguridad Social en un periodo de seis meses, para poder prorrogar un año más.

Para el arraigo social se seguirán exigiendo tres años de permanencia en España, contar con vínculos familiares y medios económicos suficientes. Y se crea un nuevo "arraigo de segunda oportunidad", similar al actual arraigo laboral, que requiere dos años de estancia previa en España y un periodo mínimo de seis meses de actividad laboral por cuenta ajena. El proceso de contratación de personas en origen también se simplificará y flexibilizará, de modo que los empresarios tengan más información en todo el procedimiento.

En cuanto a la formación, la ministra ha anunciado que, con esta reforma, las personas que vienen a España a realizar estudios superiores no van a tener que renovar sus permisos cada año, si no que van a disfrutar de una autorización que dure lo que duren sus estudios. También se facilitará una vía rápida o un 'fast-track' para poder enlazar este permiso con una autorización de trabajo una vez acabados los estudios, de forma que los estudiantes van a poder trabajar desde el primer momento, una vez acabada la formación.

Flexibilizar la reagrupación familiar

El tercer gran bloque de esta reforma es el que tiene que ver con los lazos familiares y, en este sentido, se flexibilizarán todos los requisitos para acceder a la reagrupación familiar, por ejemplo, facilitando la forma de acreditar que se tienen recursos económicos para acoger al familiar.

Y en cuanto a los familiares de españoles, se modificará el arraigo familiar y se aprobará el estatuto de familiar de español como una categoría propia que tenga en cuenta toda la jurisprudencia del ámbito de la Unión Europea. La ministra ha resumido que con el nuevo reglamento "se simplifican procedimientos, se eliminan duplicidades y se dan mayor garantía y rigor jurídico" al texto, a la vez que se introducen novedades de la normativa europea y se pulen "aspectos" sobre lo que existía la "imperiosa necesidad" de mejorar.