Así es el proyecto para resignificar el Valle de Cuelgamuros: un museo y un centro de interpretación como el Monumento al Holocausto

El proyecto para resignificar el Valle de Cuelgamuros ya es una realidad. Tras el acuerdo al que han llegado el Gobierno y la Iglesia, personalizado en el ministro Félix Bolaños y el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolini, la basílica no se va a desacralizar, en ella se seguirán celebrando misas y el altar permanecerá sin modificaciones. A cambio, la mitad de la basílica será resignificada. Nada más entrar, los visitantes verán una musealización de la basílica en homenaje a la memoria y a las víctimas de la Guerra Civil.

El objetivo es darle un lavado de cara al Valle. Para ello, se han planteado tres puntos. En primer lugar, un proyecto de resignificación global que defina una pauta conceptual, artística, arquitectónica y paisajística del conjunto, como elemento articulador de todas las actuaciones.

El segundo punto es la construcción del Centro de interpretación o museo previsto en la explanada de acceso a la basílica. Y para terminar, se va a llevar a cabo un proyecto de musealización que complete el proceso resignificador con un relato, según confirman fuentes del Gobierno a laSexta, "inclusivo, respetuoso y acorde con los valores democráticos actuales que se extenderá desde el centro de interpretación hasta el interior de la basílica".

A finales de la próxima semana se publicará un concurso internacional de ideas para resignificar el Valle. El jurado, compuesto por miembros del Gobierno, un representante de la Iglesia, historiadores, paisajistas y arquitectos, elegirán primero a diez finalistas y después al ganador. En septiembre del 2025, se dará el ganador y se repartirán 60.500 euros para cada finalista.

No es hasta mayo de 2026 cuando comenzará el proyecto ganador de dicho concurso y se espera que esté concedido a finales de ese año para empezar las obras en el 2027. En cuanto a la cuantía, el presupuesto para el concurso y redacción del proyecto rondará los 4 millones de euros, mientras que la rehabilitación y construcción del conjunto monumental ascenderá a 26 millones.

"El proyecto ofrecerá una nueva mirada crítica e informada sobre la historia de nuestro país, y que resignifique este espacio como lugar de uso educativo, cultural y democrático", afirman las mismas fuentes a laSexta. La idea es recuperar un espacio colectivo y crear un referente internacional que demuestre el poder de la arquitectura, el arte y el paisaje como herramientas para la memoria, la reconciliación y la construcción del futuro.

El Monumento al Holocausto en Berlín, el ejemplo a seguir

En cuanto a los ejemplos que se han puesto sobre la mesa, las fuentes del Gobierno indican que el proyecto que tienen en mente debe ser algo parecido al Monumento al Holocausto en Berlín, el Monumento por la Paz y la Justicia en Montgomery, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, el Memorial a las víctimas de la violencia en Chapultepec o el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago de Chile

Sobre los detalles del pacto entre el Gobierno y la Iglesia, el ejecutivo ha cedido en que los monjes benedictinos permanezcan en la basílica, pero a cambio la Iglesia cesaba la semana pasada al prior Santiago Cantera y a otros dos monjes con un marcado pasado franquista.

El nuevo prior es partidario de una corriente más progresista y está a favor de que el Valle sea símbolo de la reconciliación. De hecho, el Ejecutivo ha querido aclarar que el Gobierno no tiene nada en contra de ninguna orden religiosa, pero sí de los franquistas y reaccionarios que están en contra de que sea un lugar de memoria.