Los positivos por coronavirus o con síntomas no podrán ir a votar ni en las elecciones de Galicia, ni en las de Euskadi, tal y como han acordado los dos gobiernos autonómicos. Sin embargo, se ha abierto un debate jurídico sobre la prohibición del derecho fundamental de sufragio.
En este sentido, Migues Presno, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo asegura que "una decisión gubernativa no les puede privar del derecho a votar, ni siquiera con el amparo de la autoridad judicial". "Otra cosa es que las autoridades sanitarias ordenen el aislamiento", subrayó Joaquim Bosch, portavoz territorial de Jueces para la Democracia en Al Rojo Vivo.
Los expertos abogan por mecanismos que permitan votar
El voto está garantizado en la Constitución, como también lo está la protección de la salud. Los expertos abogan por mecanismos que aseguren ambos derechos. Una de esas alternativas, señalan, podría ser el voto por correo extraordinario, pero la Junta Electoral Central lo ha descartado.
"Se debe abrir un debate sobre cómo corregir esta situación y que tengamos mecanismos para que voten otro día o voten este domingo sin poner en riesgo su salud", defiende Ignacio Jurado, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Oxford.
Diferente es estar confinado, pero no contagiado, como es el caso de los vecinos del municipio lucense de Burela, que pueden salir a la farmacia, al supermercado y también ir a votar.
Los brotes y el miedo al virus marcarán la participación
Los brotes en A Mariña y Ordizia y el miedo al virus marcarán la participación de estos comicios autonómicos. "Serán elecciones de muy poca participación y es muy posible que en el País Vasco se bata el récord de abstención. Si vemos una desmovilización alta en la gente de mayor edad, sí que puede haber una caída de la participación mayor", señala Ignacio Jurado.
Una referencia reciente son las municipales francesas, donde la abstención fue de 20 puntos. Según los expertos, no se alcanzarán estos niveles en Galicia y Euskadi: "Ya destacaron por tener niveles de participación bajos y, por tanto, si vienes de un contexto en el que ya ha habido desmovilización, es más difícil que la caída sea tan espectacular como la de Francia", asegura el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Oxford. Además, los expertos afirman que el crecimiento del voto por correo no amortiguará toda la caída del voto presencial.